Se acerca la estación más deseada por los españoles: el verano. Este año se ha adelantado con el calor que hemos vivido los pasados días. Para combatirlo tenemos el aire acondicionado, puede ser nuestro mejor amigo y el peor enemigo de nuestro bolsillo.
Nadie quiere pasar calor en verano, pero a veces nos lo pensamos dos veces antes de encender el aire acondicionado porque puede dejarnos los bolsillos fríos. Para evitar verte en esa situación, lo mejor que puedes hacer es programar el aire acondicionado.
Encender uno de estos dispositivos de climatización no es nada del otro mundo, on/off en el mando a distancia y listo. Pero realmente hay muchos más botones que —ojo— sí que sirven para algo.
Hablamos de saber manejarlo para mantener un ambiente agradable sin que ello suponga un gran gasto energético. Aquí te daremos unos cuantos consejos sobre cómo sacarle el máximo partido para tener una balanza entre temperatura y gasto.
¿Demasiado fácil? Ten en cuenta es que los equipos cuentan con una inmensa cantidad de herramientas que nos permiten tener el control remoto del equipo. Arrojemos un poco de luz al asunto; a programar el aire acondicionado.
Igual que sucede en invierno con tu calefacción, lo mejor que puedes hacer con el aire acondicionado es configurarlo para mantener entre los 23 y 25 grados la temperatura y así no hacer un uso excesivo de energía.
Aunque creas que si lo pones a 17 vas a conseguir enfriar tu casa en un instante, no es así. Es preferible mantenerlo a 25 grados constantes que realizar fuertes arranques intermitentes y apagarlo después.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cada grado de temperatura que reduzcas se traducirá en un aumento del 8% en el consumo de luz por parte del aparato. Por ello su recomendación es utilizar el modo ECO para ahorrar hasta un 30% en la factura.
El objetivo es que no exista una gran diferencia entre la temperatura que hay en la calle y los grados que hay dentro de tu casa. Un salto muy grande puede generar consecuencias como resfriado o dolores de estómago.
Por otro lado, estás de suerte si tu aire acondicionado dispone del sistema Inverter. Es la forma mas eficiente de programarlo porque ajusta la potencia del frío que emite ajustándose a la temperatura que deseas. Así no hará ni demasiado calor ni demasiado frío.
Otro de los problemas que genera el excesivo uso del aire acondicionado es la sequedad del ambiente. Por ello lo más lógico es apagarlo cuando la temperatura llegue al valor deseado. Durante la noche puedes programarlo en modo Sleep o Night.
Aun así, lo más recomendable es que dejes las ventanas abiertas ya que por las noches la temperatura suele bajar y la corriente que hace es el mejor aire acondicionado natural. A la hora de ir a dormir, esta opción hace que aumente en 2 grados el ahorro energético.
Para enfriar un espacio de la manera más eficiente hay que estar bien aislado. Es muy importante que no se escape el gato y que no tengas fugas para que el aire acondicionado no trabaje de más. ¡Revisa que las puertas y ventanas siempre estén cerradas!
¿Poner el chorro de aire frío sobre nosotros? Error. La dirección del aire también influye y lo recomendado es que la habitación al completo reduzca su temperatura. Para ello lo mejor es dirigir el aire hacia el centro de la habitación con movimiento que lo distribuya a partes iguales.
Programar cuándo se enciende y cuando se apaga; la clave del éxito. No queremos que el aire esté funcionando si no hay nadie en la habitación, pero tampoco queremos llegar del trabajo y que el salón sea una sauna. Para ello lo mejor es programarlo 10 minutos antes de nuestra llegada.
Si vas a comprarte un modelo nuevo o tienes ya uno de última generación, lo más probable es que disponga de control wifi. Con esta tecnología puedes encender, apagar, programar, modificar la temperatura o lo que quieras desde cualquier lugar con el móvil.
La función del termostato en el aire acondicionado es su mayor ventaja contra el ventilador. Eso, y poder elegir la temperatura deseada, controlar cuando encender y apagar… No hablemos del espacio que ocupa y también del poco ruido que hace.
Además, cuando llega a la temperatura que hemos decidido, no se apaga, se queda en standby y mantiene la temperatura gastando menos energía que si lo vuelves a encender. Ten en cuenta que es mejor menor potencia constante que fuerte al instante.
Si arrancas con gran potencia el aire acondicionado, como pasa con el ventilador, puedes llegar a crear una corriente de aire frio artificial dañina para el estómago, oídos y provocar resfriados.
Claro que el ventilador es una opción a tener en cuenta en días que no haya un calor especialmente asfixiante. Eso sí, deberás tener en cuenta qué ventilador es mejor para ti; de pie, torre, de techo…
Ya tienes a tu disposición todos los datos necesarios para poder pasar un verano la mar de fresco sin ver como te sangran con la factura de la luz. Programa el aire acondicionado y no te dejes el dinero de las vacaciones en comodidad.
En EnergyGO apostamos por las energías renovables y la eficiencia, por ello queremos que conozcas todo sobre ellas. Si quieres más información sobre nuestras tarifas y servicios, llámanos al 900 622 715 o visita nuestra web.