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No, no todas las bombillas se pueden reciclar. Llevarlas a un punto limpio ayudará a combatir el cambio climático, ya que dejan residuos y sustancias tóxicas en el medioambiente. Pero claro, para eso antes hay que conocer su composición.
Salvo las incandescentes o tradicionales y las halógenas, es posible reutilizar todas las demás. Nos referimos a las de bajo consumo y las LED. Te explicamos cómo darles una segunda vida y cuidar el planeta.
Lo primero que tienes que saber es que las bombillas no van al contenedor de vidrio. Además de vidrio, tienen otros componentes como un filamento o hilo de metal y un gas de relleno.
Por eso, es fundamental que las lleves a un punto limpio de tu ciudad. Dependiendo del tipo de bombilla, irán a un lugar o a otro.
Concretamente, las bombillas se consideran residuos peligrosos. Por eso, no es lo mismo reciclar un envase de plástico o de cartón —que tú mismo puedes hacerlo en casa— que reutilizar una lámpara incandescente.
Como indica la normativa de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), las halógenas e incandescentes no se reciclan. Por lo tanto, este tipo de bombillas necesitan un tratamiento especial, como te detallaremos más adelante.
Desde AMBILAMP, asociación para el reciclaje sin ánimo de lucro, dan información detallada sobre cómo reciclar bombillas fluorescentes, de bajo consumo, de descarga, LED y luminarias.
En España tienes más de 38.000 contenedores a tu disposición. Gracias a un mapa interactivo, puedes localizar todos los puntos de recogida.
Una vez se depositan en el contenedor correspondiente, van a las plantas de reciclaje y se separan cada uno de los materiales. Las sustancias más contaminantes de las bombillas necesitan un tratamiento específico:
Por lo general, los puntos limpios se encuentran en supermercados y comercios, tiendas de iluminación o ferreterías. También, los ayuntamientos de las ciudades se han encargado de instalar contenedores móviles en las calles.
Sobre todo, es muy importante que deposites las bombillas usadas o fundidas en el contenedor adecuado. De lo contrario, hacerlo mal puede hacer mucho más costoso el proceso de reciclaje y causar daños en las maquinarias, como explican desde la Agencia de Protección Ambiental.
A continuación, te indicamos cómo reciclar cada tipo de bombilla:
No hay que pararse a leer las etiquetas de fabricación ni meterse a leer ningún tocho científico en Internet. Basta con tener clara la clasificación general de bombillas para saber si se pueden o no reciclar. Y, sobre todo, cómo se hace.
Aquí se incluyen las bombillas de filamento y también las halógenas. Como te decíamos antes, no se pueden reciclar. Sin embargo, es fundamental que las deposites en el contenedor gris o verde oscuro. Se encarga de recoger todos los residuos que no pueden ser reutilizados después.
Van al mismo punto que los excrementos de animales, restos de cerámica, pañales, compresas o bastoncillos, entre otros.
Estas utilizan mercurio y metales. Por tanto, tienes que llevarlas a un punto limpio y que allí puedan separan cada uno de sus componentes.
De hecho, te recordamos que se pueden llevar hasta tres bombillas por persona al día. Además, puedes buscar el punto de recogida que más te convenga, en un supermercado, contenedor móvil o ferretería.
Este tipo de bombillas, de bajo consumo o fluorescentes, tienen mercurio y no van a un contenedor específico de reciclaje. Sin embargo, sí hay que depositarlas en un punto limpio, ya que posteriormente serán tratadas y recicladas. Por eso, a diferencia de las bombillas incandescentes o tradicionales, son más seguras para el medioambiente.
Al estar fabricadas con materiales electrónicos, las LED sí que pueden reciclarse y crear otros materiales nuevos con ellas. Por ello, en casa no debes tirarlas junto al resto de la basura. Llévalas al punto limpio más cercano.
Estas son las que suelen ir integradas en dispositivos. Contienen mercurio y, por tanto, deben ser tratadas en las plantas de reciclaje. Así que dirígete a un punto limpio y deja que los profesionales se encarguen de todo.
Como decíamos al principio, reciclar las bombillas tiene numerosas ventajas para la salud de todos los seres vivos del planeta:
La reducción de gases de efecto invernadero nos ayudará a combatir el cambio climático. Este es un objetivo urgente y a nivel global.
De hecho, la Unión Europea se ha marcado para el 2030 disminuir en un 55% los gases contaminantes y aumentar el consumo de energías renovables en un 32%.
El cambio empieza por pequeños gestos sostenibles en nuestro día a día, como el incremento del reciclaje de bombillas, de plásticos o de papel. De hecho, crear nuevos materiales, a partir de otros reciclados, requiere hasta un 96% menos de energía.
Encender y apagar las luces cuando sea necesario, usar bombillas LED o instalar sensores de movimiento que regulen la iluminación en el hogar son otras formas de ahorrar energía y que las bombillas duren más tiempo.
En EnergyGO te ayudamos a ahorrar energía y cuidar el medioambiente con nuestras tarifas verdes. Si quieres saber más, entra en nuestra web o llámanos al 900 622 716 y déjanos ayudarte.