Eficiencia energética
Ventilador de pie: tipos a comprar para ahorrar energía
Cuando llegan las altas temperaturas es tan importante saber qué hacer para combatir el calor como hacerlo sin gastar mucho dinero.
El verano es sinónimo de buen tiempo, pero también de un mayor gasto de agua y electricidad por el calor. Aire acondicionado, piscina y además un consumo más elevado de agua si tienes jardín. Hoy te traemos varios consejos para ahorrar agua en el jardín en los meses tan calurosos que vienen.
Aprovechar al máximo el agua es fundamental. No sólo para ahorrar dinero en tu próxima factura, sino por cuidar el medioambiente.
Como sabes, el cambio climático nos afecta a todos. Desde casa, puedes ayudar a combatirlo con pequeños gestos. Estas son algunas ideas para gastar menos agua en el jardín:
Las nuevas tecnologías ya permiten introducir sistemas de riego muy eficientes y sofisticados. Por ejemplo, puedes programar el riego de tu jardín. Sólo tendrás que adaptarlo a las necesidades de cada planta. Si riegas por la mañana, seguramente no tengas que regar a altas horas de la noche.
Especialmente en verano, te aconsejamos elegir muy bien las horas del día. No tiene sentido que lo hagas cuando haga muchísimo calor. El agua se evaporará muy rápido y las plantas apenas podrán nutrirse.
Hay varios tipos de aspersores para ahorrar energía en verano. Los tienes fijos, giratorios, etc. Dependerá de cómo los quieras utilizar. Además de estos modelos, puedes implementar un programador automático (por horas, días o semanas). De esta forma, no tendrás que estar pendiente del momento exacto para regar.
De hecho, estos programadores calculan la cantidad de agua que necesitas. Es lo que se conoce como riego por goteo. Así evitarás desperdiciar litros y litros de agua. Algunos llevan sistema Wi-Fi incorporado, para poder regar a distancia y alargar o reducir el tiempo.
Durante el verano, el riego es más urgente que en otras estaciones del año. Aunque aprovechar el agua de lluvia te puede ayudar a que las plantas de tu jardín no se sequen. Eso sí, lo mejor es que prestes atención al riego de forma regular.
Sin embargo, las tormentas de verano son la oportunidad perfecta para regar. Además, en los días más frescos no tendrás que utilizar mangueras o regaderas. Si tienes alguna parcela de cultivo, también te ayudará a que crezca. Incluso, te servirá para hacer una mayor limpieza del jardín.
A su vez, puedes utilizar un sensor o detector de agua. Este otro truco te ayudará a no derrochar más cantidad de la necesaria. Una buena forma de ahorrar dinero, ya que en verano es normal que gastes más por viajes, comer fuera de casa, etc.
La mayoría de plantas resistentes a la sequía son arbustos, pero conviene que conozcas otros cultivos como la lavanda o el olivo. Son un auténtico símbolo del verano y embellecerán tu jardín, además de darle un toque aromático.
No tendrás que dedicarles demasiado tiempo. Eso sí, necesitan una serie de cuidados mínimos. La principal ventaja es que soportan bien la falta de agua. Por ello, si te vas de vacaciones no tendrás que pedir a tus vecinos que te ayuden con el riego. De hecho, un exceso de agua no es nada bueno.
Elegir un buen abono para tus plantas del jardín hará que el suelo se mantenga mucho más húmedo. Puedes encontrar diferentes tipos de estiércol orgánico, de animales como el caballo, la oveja o la vaca, entre otros.
No sólo te ayudará a ahorrar agua, sino que hará que tus cultivos estén mucho más sanos. Apostar por un jardín sostenible tiene multitud de beneficios, como el ahorro de recursos naturales y de dinero.
Otra tarea que no puede faltar en tu jardín es airear el césped. De nada sirve que riegues y abones a menudo, si no oxigenas el suelo. Normalmente, se suele hacer a principios de año y después de verano, para que la hierba crezca mucho más fuerte y sana. Aunque dependerá del clima, si es húmedo o más seco.
Como te decíamos, sólo riega cuando sea necesario. Una forma de ahorrar agua es precisamente así: haciendo que tus cultivos no sólo necesiten agua, sino también con este tipo de cuidados.
En verano, lo más recomendable es hacerlo de noche o pronto por la mañana. La incidencia de los rayos del sol es menor, así que las plantas absorben mejor el agua y sus nutrientes.
Por la noche, suele haber una menor presencia de hongos y bacterias. Esto se debe a que hace menos calor, salvo que sea un día muy caluroso. Lo mismo ocurre si riegas tus plantas a primera hora de la mañana. Es preferible no esperar al mediodía o por la tarde, pues subirán las temperaturas.
Elegir la mejor hora del día para hacerlo, también te ayudará a ahorrar agua en el mantenimiento de tu jardín. Los pequeños detalles son importantes cuando se trata de cuidar el planeta.
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