Algo tan sencillo de entender como la energía renovable se ha emborronado por culpa de la geoestrategia. Nos estamos refiriendo a la polémica en torno a la energía nuclear con la que comenzó 2022. ¿Es o no es renovable? La pregunta a nivel científico es estúpida.
"Por supuesto que la energía nuclear no es renovable", dirás. Vale, pues que sepas que varios países se han pasado días y semanas valorando si este tipo de producción era realmente sostenible o no. ¿Cómo ha podido pasar algo así? La respuesta se llama "dependencia".
La guerra de Ucrania despertó a los gobiernos de Europa después décadas acomodados en el gas que provenía de Rusia. Con esa fuente de suministros comprometida, Alemania, todo el este del continente y otras regiones se veían forzadas a buscar alternativas.
El debate, eso sí, ya venía de antes porque algunos países tienen fuertes incentivos económicos en seguir desarrollando la energía nuclear (véase Francia). Lo del conflicto solo ha acelerado más las cosas.
Esto, sumado al incremento de precios de la electricidad que ya venía haciendo ruido desde hacía meses, abrió la veda para que la Comisión Europea se preguntara de verdad si la energía nuclear es renovable o no. Lógicamente, era una pregunta algo tramposa.
La reconsideración de algo así no tiene tanto que ver con la lucha contra el cambio climático como sí con la pasta gansa. Como ves, el asunto tiene mucha más miga de lo que parece. Vamos a abrir un poco el melón para que sepas de que va todo esto.
El debate de si la energía nuclear es renovable o no en realidad es la crítica hacia la llamada taxonomía verde de la UE. Es este el que ha incentivado a preguntarse una cosa que ya nos dejaron bien clara hace años en el colegio.
Hablamos de un sistema de clasificación de actividades económicas estrenado en enero de 2022, con el que los Estados Miembro pretenden cumplir con los objetivos de emisiones para 2050 fijados en el Pacto Verde. Es relevante, porque el 75% del CO2 del continente viene del consumo.
La idea es que unas reglas fijas determinen qué generación de electricidad es renovable para que se puedan repartir fondos: quien más contribuya, más dinero recibirá para desarrollar sus proyectos. Si sale bien se dará por terminado el greenwashing. O casi.
Ojo, que no hablamos de inversiones públicas. Se trata de operaciones privadas incentivadas por la propia calificación sostenible a nivel comunitario de los proyectos. Y es ahí donde está el interés de algunos países por considerar que la energía nuclear es renovable.
Para que lo entiendas, es como las etiquetas de los electrodomésticos; los compradores elegirán más una nevera A+ por el ahorro, y los inversores escogerán proyectos verdes por los futuros beneficios.
Dentro de la taxonomía verde se proponen una serie de requisitos para que las centrales nucleares se consideren renovables. Así de base no toda la energía nuclear es renovable (no lo será).
Para empezar, solo son candidatas a recibir la etiqueta verde las centrales con permisos de construcción caducados antes de 2045. Luego viene el tema de las emisiones:
En el segundo caso el límite de emisiones es superior porque se les añade otro requisito más: la planta debe sustituir a otra fuente de generación más contaminante, cuando esta no pueda cubrirse con otras energías renovables. Está limitadita la cosa.
Cumpliendo todo lo anterior sí se podría decir que la energía nuclear es renovable, o al menos que lo es a nivel institucional. Chiribitas para los oídos de Emmanuel Macron, que ya ha anunciado la construcción de seis reactores modernos EPR2 hasta 2050, y la planificación de otros ocho más.
A España le da un poco igual porque sigue con su plan de abandonar la energía nuclear. El objetivo del Gobierno es cerrar las siete centrales en funcionamiento entre 2027 y 2035 para depender únicamente de un sistema eléctrico renovable y 100% limpio.
De hecho, la taxonomía verde de la Comisión nos viene en teoría genial: siguiendo los límites y requisitos, el 97% de toda nuestra generación eléctrica se consideraría verde. La coletilla que queda por ahí proviene del gasoil y el carbón.
Da igual cuánto se empeñe Europa: la energía nuclear no es renovable ni nunca lo será. Si todo este tema ha generado polémica es porque los países que no tienen una gran infraestructura nuclear pueden ver el asunto sin intereses cruzados.
No es ningún secreto. Basta con entender cómo funciona la fisión nuclear para saber que, aunque no hay emisiones de CO2, sí que se generan residuos complicadísimos de gestionar. Expulsar, las centrales solo expulsan vapor de agua. El problema es lo que se queda en tierra.
Pero bueno, eso solo dejaría a la energía nuclear fuera de la consideración de limpia. ¿Qué hay de la otra parte? Bueno, para que una energía renovable sea tal, debe utilizar recursos inagotables o consumibles en el mismo o menor tiempo en el que se generan.
La energía nuclear se obtiene de la fisión de isótopos de uranio (U-235) y, como te puedes imaginar, estos no son infinitos. Dejando de lado el que hay en el agua por no ser rentable, la Agencia de la Energía Nuclear calcula que en 200 años nos habremos quedado sin uranio.
Así que no, la energía nuclear no es renovable. Otra cosa es que se discuta su utilidad como proveedora de electricidad a nivel económico o que tengas odios particulares por cualquier otro motivo.
Aunque la Comisión Europea diga que la energía nuclear es renovable, la realidad siempre estará ahí. De qué lado te quieras posicionar ya depende de ti mismo. En EnergyGO lo tenemos bastante claro.
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