Sostenibilidad
Relación entre efecto invernadero y calentamiento global
Aunque ambos tienen mucho que ver con la temperatura a la que se encuentra el planeta, estos dos conceptos no significan lo mismo.
La emergencia climática es una de las mayores preocupaciones del planeta de las últimas décadas. Prueba de ello es que el proceso de transición ecológica ha ido acelerándose cada vez más. En este artículo vamos a hablarte de la acuicultura sostenible, su definición y ventajas medioambientales.
Según la OCDE, al ser humano le han bastado apenas siete décadas para contaminar los océanos con más de 140 millones de toneladas de plástico. Además, estos se triplicarán en el año 2060. Por eso es importante tomar medidas urgentes para proteger el ecosistema acuático. Aquí la acuicultura sostenible puede ser de gran ayuda.
La acuicultura sostenible consiste en la producción de especies acuáticas, así como en el cuidado y la protección de los organismos que ya existen. Esto ayudará a impulsar un modelo de consumo mucho más respetuoso por parte de todos con el medioambiente. Pero ¿qué hacen exactamente España y Europa al respecto?
Como sabrás, muchos recursos naturales son limitados y, por lo tanto, escasos. Por este motivo, uno de los mayores desafíos de la UE y también a nivel global es el de promover una alimentación bastante más responsable.
Según Naciones Unidas, la acuicultura sostenible será una de las principales formas de abastecimiento para casi diez mil millones de personas que habitarán el planeta en el año 2050. Asimismo, será un apoyo indispensable para combatir el cambio climático y la pobreza mundial, así como para fomentar la transición ecológica.
En definitiva, la acuicultura promueve el cultivo responsable de animales acuáticos y algas a través de técnicas sostenibles. Para ello, también es muy importante cuidar desde casa los ríos, mares y océanos. Incluso reduciendo el consumo de plásticos o reciclando tus residuos ya estarás ayudando al planeta.
De hecho, se trata de un método tan cuidadoso con el medioambiente en España que puede realizarse incluso en zonas de la Red Natura 2000, que es la Red de Espacios Protegidos más importante en Europa.
Ahora que ya sabes cómo funciona la acuicultura sostenible, vamos a enumerar algunos de sus beneficios para luchar contra el calentamiento global y construir un planeta mucho más verde para todos:
Uno de los beneficios de la acuicultura es que puede reducir el consumo energético de numerosas empresas de alimentación. Sobre todo, esto ayuda a disminuir el gasto de energías no renovables, como petróleo y otros combustibles fósiles.
Que haya más variedad de especies autóctonas en el planeta es una de las mayores ventajas de fomentar la acuicultura sostenible. Además impulsará la recuperación de hábitats naturales. Al tener un impacto medioambiental muy positivo, puede ayudar a la conservación de organismos acuáticos nativos de la zona.
Dentro de esta práctica, podemos encontrar varios tipos de acuicultura, dependiendo de la especie acuática que queramos conservar: algas, mejillones, ostras, almejas, carpas, salmones, truchas, salmones y otras especies salvajes son las más comunes.
El cuidado de ríos, mares y océanos es otra de las prioridades medioambientales en la actualidad. Para eso, una de las claves es combatir la sobreexplotación del medio fluvial y marino. En vez de fomentar la pesca indiscriminada, lo que se pretende es permitir que estas especies vivan dentro de su propio ecosistema acuático.
En España ya existen más de 5000 establecimientos de acuicultura sostenible, distribuidos por casi todas las Comunidades Autónomas. Uno de los objetivos es impulsar el desarrollo socioeconómico de zonas costeras y fluviales, que ofrecen productos autóctonos y de calidad.
El objetivo de la economía circular es reducir el desperdicio de alimentos y la cantidad de residuos para llevar a cabo muchos de los procesos productivos de la industria alimentaria.
Ahí es donde la acuicultura también puede ayudar, ya que aumenta la biodiversidad de especies acuáticas y reduce la contaminación de las aguas, produciendo muchas menos emisiones de CO2 a la atmósfera. Además se disminuye el consumo de agua, que como sabes es un recurso muy valioso y escaso en nuestro planeta.
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Aunque ambos tienen mucho que ver con la temperatura a la que se encuentra el planeta, estos dos conceptos no significan lo mismo.
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