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Cada año las temperaturas son más extremas, y eso afecta de forma directa a nuestro bolsillo. Entre el aire acondicionado en verano y la calefacción en invierno, hay hogares que no consiguen ahorrar nada durante estos meses.
Por esto mismo, es importante pensar en si el sistema de calefacción actual de tu hogar es lo más eficiente posible. En la inestabilidad energética que estamos es importante escoger entre las opciones que más ahorro nos pueden proporcionar: la aerotermia y el gas natural.
Estos sistemas son muy eficientes y permiten calentar tu hogar mientras contribuyes a conservar el medioambiente. Aunque seguro que conoces el gas natural, puede que en el caso de la aerotermia no sea así o solo lo hayas visto de pasada, aquí te vamos a explicar las diferencias.
Antes de entrar en materia, es importante que conozcas bien en qué consiste cada sistema de calefacción.
Por un lado, la calefacción de gas natural funciona quemando el gas en la caldera. En ella se transforma en vapor de agua que circula por todo el circuito entre los radiadores o suelo radiante, y así calienta el interior de tu casa.
En la otra parte está la aerotermia, un sistema que utiliza la energía almacenada en el aire exterior para climatizar tu hogar o empresa y proporcionarte agua caliente sanitaria. La aerotermia utiliza una unidad exterior que absorbe la energía del aire para enviarla al refrigerante.
En ese espacio es donde se cambia la temperatura (y estado) según la necesidad del momento. De ahí se reparte a los diferentes radiadores, suelo radiante o calentadores de agua, por ejemplo.
Vamos a comparar ambos sistemas con los mismos criterios para que tengas una visión general de cuál es mejor en base a tus necesidades.
La calefacción de gas natural funciona mediante combustión, esta genera residuos que no se convierten en energía, por lo que hay cierta parte del combustible que no se aprovecha. En el otro laso está la aerotermia, que puede llegar a producir 4kW de energía calorífica por cada kilowatio eléctrico.
Por tanto, mientras el máximo conseguido por una caldera de condensación de gas natural es el 109% (que no está mal), la bomba de calor de la aerotermia llega al 400%.
Ambos sistemas sirven para utilizarse en tu vivienda o empresa y ofrecer tanto calefacción como agua caliente sanitaria. La diferencia radica en que la aerotermia también sirve para climatizar el espacio en verano (siempre que instales un equipo de bomba de calor reversible).
La calefacción de gas natural funciona quemando combustible en la caldera y esa combustión genera humos que, con una mala ventilación, puede ser dañinos para la salud. A su vez, esa combustión puede sufrir fugas, riesgo de explosión o incluso incendios.
En cambio, la aerotermia es mucho más segura ya que no funciona por combustión. De esta forma, no hay posibilidad de sufrir asfixia, ni de que se queme tu casa, por lo que podrás estar mucho más tranquilo.
De nuevo, la combustión es el elemento que diferencia a estos dos sistemas en cuanto a mantenimiento. La calefacción de gas produce unos residuos que pueden llegar a obstruir la salida y obstaculizar el funcionamiento.
Por tanto, el mantenimiento y la revisión tendrá que ser constante, algo que no pasa en la aerotermia. Claro que tienes que limpiar la bomba y los filtros de ventilación, pero una vez cada unos cuantos meses y una revisión general al año.
En este apartado, la aerotermia cuenta con varios años más de vida útil (20 frente a los 10 de la caldera de gas natural). Claro está que todo cambia si no se hace un correcto mantenimiento.
El motivo principal es que la caldera de gas natural estás expuesta constantemente a un estrés mayor del que sufre el ciclo frigorífico de la aerotermia.
Otro aspecto que nos interesa, aunque no nos afecte de forma directa es cómo afectan estos sistemas al medioambiente. En este caso, nada supera a la aerotermia. Mientras que el gas natural expulsa CO2, la aerotermia no tiene emisiones por sí misma.
Ojo, esto no quiere decir que sea un sistema 100% verde ni renovable, sino que eso recae en la fuente de calor que da energía a la bomba de calor. De igual forma, la aerotermia tiene un impacto mucho más reducido.
Uno de los datos que más nos importa: cuánto nos va a costar al mes. La calefacción se pasa encendida prácticamente todo el día durante los meses fríos del año, por eso es vital conocer a cuánto nos saldrá el kWh.
Con una medida de 15 kWh caloríficos (por ejemplo), para saber cuál es el precio, tendrás que dividir los kW entre la eficiencia (1,09 en el caso de gas natural y 4 en la aerotermia).
Utilizando estos datos sabemos que para producir 15 kWh en el gas natural necesitamos 13,7 kWh mientras que en la aerotermia serían solo 3,75 kWh.
Pero para ser justos, también hay que calcular el precio de la energía que necesitamos para que el equipo funcione. Teniendo esto en cuenta, el gas natural gana la batalla. Su coste es de 0,061€/kWh frente a los 0,14€/kWh de la aerotermia.
Ahora, uniendo ambos datos sabremos cuánto dinero cuesta calentar una hora la casa con gas natural y con aerotermia:
Como ves, a pesar de que la energía utilizada por el gas natural es más barata, al multiplicarla por la cantidad de kWh que necesita para producir la misma cantidad el gasto es mayor que en la aerotermia.
La información es poder, y ahora tú tienes el poder de ahorrar mes a mes en tu factura instalando el mejor sistema de climatización en tu hogar.
Como hemos señalado, la aerotermia necesita alimentación eléctrica, y de eso en EnergyGO sabemos mucho. Llama al 900 622 700 o entra en nuestra web y deja que te aconsejemos.