Las baterías para placas solares son uno de los elementos más importantes que podemos encontrar a la hora de completar en una instalación autosuficiente. Sin ellas la energía sobrante captada por los paneles fotovoltaicos no podría almacenarse y se perdería.
Estas son las encargadas de proporcionarnos energía incluso cuando los paneles solares no están generándola (ya sea de noche, nublado o lloviendo). Por tanto con ellas reduces aún más el gasto en la factura de la luz.
En este artículo hablamos de los tipos de baterías para placas solares que puedes encontrar.
Resumiendo, las baterías para placas solares son acumuladores de energía que permiten almacenar los electrones que generan tus paneles solares durante las horas de sol. Así podrás ser totalmente autosuficiente en cuanto a la red eléctrica.
Se tratan de elementos necesarios para las instalaciones solares fotovoltaicas aisladas, cuyo propósito es ofrecer corriente en todo momento (incluso en los momentos en los que no incide el sol).
Hay diferentes tipos de baterías para placas solares dependiendo de los materiales con los que han sido fabricadas, su funcionamiento y su fin. Aquí te dejamos una breve descripción de los principales modelos.
Están compuestas con tres o seis celdas internas de 2V cada una. Se conectan entre sí formando un bloque de 6 y 12V. Están fabricadas con plomo y electrolito. Estas, a través de las reacciones redox permiten almacenar y generar energía.
Este tipo de baterías están destinadas a pequeñas instalaciones, como la iluminación, electrodomésticos o el ordenador. Estos modelos son más económicos que el resto. Dentro del tipo monoblock hay diferentes tipos.
Por un lado, están las de plomo ácido abiertas, las más baratas. Tienen una media de 400 ciclos completos de carga y descarga. Además, su vida útil no es muy larga (de 2 a 3 años dependiendo del modelo). Por último, decir que soportan profundidades de descarga de hasta el 20%.
Otro modelo de baterías monoblock son las de ciclo profundo. Estas baterías son muy similares a las anteriores, pero están reforzadas para aumentar la profundidad de descarga (llegan hasta el 80%).
Por otro lado están las AGM. Estas baterías son las que van selladas y para facilitar su uso no requieren mantenimiento. Todo cambia en función de la marca que las produzca, pero, en el mejor de los casos, las baterías AGM pueden alcanzar hasta los 700 ciclos de carga.
Siguiendo con las monoblock, presentamos las baterías de gel. Estas son muy similares a las AGM que presentamos antes. Eso sí, tienen una diferencia y es que tienen mejores resultados en cuanto a la respuesta al voltaje frente a la descarga.
Por último, las baterías de ion-litio. Son parecidas a las que integran los móviles pero mucho más grande y con mucha más capacidad. Estas soportan más descarga que ninguna, llegando al 80% sin sufrir ningún daño.
La principal diferencia de estas baterías con las anteriores es la vida útil que tienen, llegando a una media de 20 años. Se trata de baterías que son más recomendables para el uso en una zona, espacio o lugar que tenga una instalación solar permanente.
Están destinadas para consumos medios o altos y podemos distinguir dos tipos.
Las de plomo ácido abiertas son aquellas que tienen seis compartimentos exactamente iguales y separados pero conectados entre ellos. Se encuentran dentro de una estructura de polipropileno que funciona como material aislante. Es resistente al ácido que genera cada célula.
Tienen una buena respuesta ante las descargas profundas. Esto se consigue gracias a la pequeña evasión de gases y el escaso mantenimiento que ofrecen.
Por otro lado encontramos las baterías estacionarias de gel. Hacen un mejor balance con los consumos medios y altos, en los casos que la profundidad de descarga es moderada. ¡Ah! y tienen una vida útil bastante prolongada.
Como puedes suponer, no todas las baterías para placas solares duran lo mismo, y en muchos casos esto no depende solo del precio. Eso sin mencionar que no se utilizan para el mismo tipo de instalaciones y conexiones.
Estas baterías tienen una capacidad de descarga muy elevada (llegan al 80 y 90%). Por tanto, son el modelo que mejor soporta llegar al mínimo sin que afecte a su vida útil.
Sin embargo, la potencia de carga es menor que las de gel o las AGM. En cambio, la duración de estas baterías para placas solares destaca por ser mayor a ninguna, llegando a los 20 años y 6000 ciclos de carga al 80%.
Las baterías de gel para placas solares, o baterías de electrolito gelificado son las que se utilizan para largos periodos o donde no es fácil acceder para el mantenimiento. Su vida útil suele rondar los 12 años.
Esta es la solución más recomendada para el uso diario, con esto nos referimos a que son las que se cargan y descargan constantemente. Eso sí, requieren un mantenimiento y tienen que mantenerse fijas, por lo que el cambio de ellas suele ser complicado.
A pesar de esto, no son las que más vida útil tienen. No suele superar los 15 años, aunque como puedes suponer, no todos los modelos llegan a esta cantidad. Los ciclos de carga pueden variar desde los 1500 hasta los 2500 al 80%.
En este tipo de baterías podemos encontrarnos con diferentes tipos de baterías que varían dependiendo de la gama. Por eso mismo, la duración de estas placas solares varía entre los 5 y 10 años.
Es cierto que las AGM tienen una gran ventaja y es que no requieren un mantenimiento periódico. Hay que destacar, que estas baterías tienen un tamaño menor en comparación con el monoblock.
Por lo general, la cantidad de ciclos de estas baterías es de 1.000, por lo que su cambio se realizará en poco tiempo. Además, recomiendan que no se desgasten más del 50% para que su vida útil sea la máxima posible.
Por último, tenemos más utilizadas. Es entendible porque son económicas y con un rendimiento adecuado para instalaciones pequeñas. No están pensadas para proporcionar energía a una casa entera, sino más bien como apoyo, un cobertizo o merendero, por ejemplo.
Su vida útil, siempre que sigas los consejos de utilización, suele rondar en torno a los 4 y 5 años. Como puedes imaginar, al ser los modelos más básicos tienen la menor capacidad de ciclos de carga (600 con descargas del 40%).
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