El cambio de las ventanas de un hogar es una decisión que tienes que meditar muy bien. Por un lado, es un desembolso económico grande, y por otro, afecta directamente a la eficiencia energética de tu casa. Si no quieres perder dinero, es fundamental conocer los tipos de apertura de ventanas antes de cambiarlas.
Cuando vayas a comprar una ventana nueva o a cambiar las que tienes, ten en cuenta que, además del tipo de cristal, materiales de construcción y tamaño, el tipo de apertura es muy importante.
Existen diferentes características que debes tener en cuenta y aquí te las vamos a resumir todas.
Dependiendo de la cantidad de veces que necesites abrir la ventana, la facilidad con la que quieras que se abra o las características de tu casa, deberás escoger un modelo u otro. Por lo general los modelos con hojas correderas son más sencillos de abrir y tienen menos barreras.
En las viviendas pequeñas es muy importante tener libre el máximo sitio posible para colocar los muebles. Por eso mismo, tienes que contar con la medida de la ventana tanto cerrada como abierta y cuál será su recorrido. En esos casos tendrás que decidir si escoger una corredera o combinada.
Esta es la característica común más importante en todo tipo de hogares, ya sea del norte como del sur de nuestro país. El aislamiento de una casa es importante con las temperaturas bajas, pero también las altas.
El tipo de apertura influirá mucho porque además de impedir que entre el aire del exterior también reduce la cantidad de ruidos que entran en nuestro hogar. Escojas un modelo u otro, sí o sí tiene que contar con un doble o triple cristal (algo que suelen tener las abatibles).
Tanto para el confort de tu casa como para tu bolsillo, es muy importante que las ventanas que instales cuenten con sistemas de sellado y un tipo de apertura que no de lugar a pérdidas térmicas. Lo importante es que cuando esté cerrada quede bien hermética.
Dependiendo de si buscas buenas vistas o una correcta ventilación de la casa, tienes que buscar un tipo u otro de apertura. Las oscilobatiente son las más recomendadas en este caso porque puedes abrirla por completo para ventilar en cuestión de minutos toda la casa pero su cristal es amplio.
Algo que obviamente importa es el precio. Fíjate bien en cuál es el precio de cada ventana pero también en el coste de la mano de obra por instalarlas. Dependiendo del tipo de apertura llevará más o menos tiempo e incluso puedes necesitar a un profesional.
Teniendo todo esto en cuenta, ahora podemos enseñarte cuáles son los principales modelos de apertura de ventanas para tu hogar. No hemos incluido las fijas porque no suelen utilizarse en casas, no dan lugar a ventilación y su limpieza es la más difícil de todas.
Las clásicas ventanas que se abren hacia el interior de la vivienda. La ventaja de esto es que se puede limpiar de una forma cómoda y fácil. Seguro que las has visto en casi todos los hogares porque son los modelos más comunes ya que son fáciles de instalar, abrir y cuentan con gran aislamiento.
Para los que buscan las ventanas más herméticas. Pueden abrirse tanto hacia el interior o el exterior, aunque por lo general se hace hacia dentro para asegurar su protección. Se suelen instalar en lugares en los que la ventilación es reducida.
El otro tipo de apertura más común en nuestro país. Estas integran una combinación entre la apertura oscilante y practicable en la misma hoja. Por lo tanto, según tu necesidad puede solo abatirla para que entre un poco de aire o abrirla por completo para ventilar o limpiar.
La comodidad es una de las características más destacadas de estas ventanas. Con una sola manilla puedes cambiar de un modo de apertura a otro en segundos y de forma fácil. Además, es el modelo con la mejor eficiencia energética.
Con este tipo de apertura de ventana podemos abrir en la justa medida tanto a un lado como al otro. El mecanismo deslizante hace que sea fácil de usar y limpiar. Están recomendadas para habitaciones pequeñas o que haya poco espacio.
Lo malo de estas es que no podrás abrir por completo el hueco, lo que dificulta la ventilación y son mucho menos herméticas.
Estas ventanas también combinan dos tipos de aperturas, tanto correderas como oscilantes y tienen la gran ventaja de ser perfectamente herméticas. No son las más baratas, eso desde luego, pero sus prestaciones respecto a la luminosidad, aislamiento térmico, acústico y espacio son imbatibles.
Son las más comunes en tejados y buhardillas. Están colocadas a alturas difíciles de acceder, pero son muy fáciles de limpiar desde el interior porque les puedes dar la vuelta completa sin desmontarlas. Este sistema ofrece grandes beneficios en cuanto a espacio e insonorización.
La estructura de estas ventanas es de estilo acordeón o fuelle. Muy comunes en terrazas de hogares o incluso restaurantes.
Son muy buenas para espacios con grandes medidas en los que queremos iluminación pero también la posibilidad de abrir al exterior. Sus hojas articuladas son algo pesadas, pero ofrecen gran aislamiento y facilidad de limpieza.
En este caso, la misma ventana ofrece diferentes tipos de apertura (oscilobatiente, corredera, abatible, osciloparalela…). Para conseguirlo, el instalador colocará diferentes paneles en la estructura. La ventaja de este tipo de aperturas es que tienen todas las características de las anteriores, pero son más caras.
La mejor opción si quieres ventilar un desván o buhardilla. Están completamente integrados en el sellado de la carpintería y la cubierta del tejado, por lo que son prácticas, seguras y garantizan el aislamiento al completo. Con ellas consigues iluminar de forma natural estos espacios sin que se acumule un calor y olor a cerrado.
Con todos estos datos ya tienes la información necesaria para elegir el modelo que más se adapte a tus necesidades y te ayude a mejorar la eficiencia energética de tu casa.
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