Estufas de leña: consumo y consejos para ahorrar en calefacción

07 Diciembre 2022 13:00

Ahora que llega el invierno muchos hogares deciden encender la calefacción para no pasar frío. Dependiendo de la antigüedad de la casa, la zona o el presupuesto de cada uno, los tipos de calefacción recomendados varían. Sobre ellos, aunque sea solo por la nostalgia, está la estufa de leña.

Es característica de las casas antiguas, películas navideñas y de hogares familiares, pero también de zonas en las que el abastecimiento de gasoil o gas natural no es tan fácil de obtener, como el caso de las casas en regiones con orografías complicadas.

Sea por el motivo que sea, muchas personas en España disponen de este modo de calefacción para crear un ambiente con temperaturas agradables en el que compartir momentos.

Si tú también estás pensando en instalar una estufa de leña, te interesará saber cómo funcionan, cuál es su consumo y qué materiales quemar en ella.

Estufas de leña, todas sus ventajas

Las estufas de leña las hemos visto toda la vida. La cuestión es que, a pesar de lo que muchos piensan, en la actualidad se siguen instalando pese a no ser lo más común en una vivienda moderna (bloque de pisos, por ejemplo).

Este tipo de chimeneas y estufas genera mucho calor e incluso con una pequeña consigues aumentar de forma notable la temperatura del salón o cualquier otro espacio grande de la casa.

Por desgracia, también presentan algunas desventajas que las hace menos atractivas a la hora de comprarlas. El consumo y la cantidad de energía útil dependerá a su vez del modelo (abierta o cerrada) de estufa que tenga el usuario instalado.

chimenea calienta pies

Estufa de leña cerrada o abierta

Mientras que las estufas cerradas ofrecen un rendimiento bueno (entre el 60 y 80%), las que son de estilo abierta reducen su poder calorífico hasta el 15%. Sí, aunque parezca lo contrario, las cerradas tienen mayor rendimiento.

Por otro lado, la combustión que ofrecen las chimeneas de fuego cerrado es mucho más eficaz y limpia, mientras que las abiertas emiten niveles de CO al exterior muy superiores.

El estilo de las estufas de fuego abierto gana en el apartado estético, ya que suelen ser más clásicas y nostálgicas. Además, si con el tiempo se cambia de opinión, está la opción de incluir una chimenea cerrada en su interior.

chimenea

Las chimeneas que son cerradas al fin y al cabo emiten menos olores e impiden que el humo o partículas entren en el salón porque cuentan con una capa aislante y protectora.

Claro está que, si pensamos en seguridad, una chimenea abierta es mucho más peligrosa porque de ella pueden saltar chispas. Sin precaución además los más pequeños pueden sufrir accidentes. En ese sentido las cerradas son bastante más seguras.

Otra de las diferencias principales entre ambas es que la cerrada es más autónoma porque la leña dura más tiempo y se mantiene mucho mejor.

Factores que influyen en el consumo de la estufa de leña

Antes de comprar e instalar una estufa de leña en tu casa tienes que conocer los factores que influyen en su consumo. Algunos de ellos son el aire, el tipo de madera utilizado o la limpieza, entre otras cosas.

Ten en cuenta que todos estos elementos son indispensables para que el consumo y la potencia con la que funcione el sistema de calefacción sea correo. A su vez, como hay tantos es muy complicado establecer una fórmula mágica que revele el consumo

¿Entonces? Bueno, se pueden conseguir promedios que resultan muy prácticos para establecer estrategias de ahorro en casa.

¿Cuál es el consumo diario de una estufa de leña?

La madera es el tema principal y el más influyente a la hora de hablar del consumo de una estufa de leña ¿Por qué? Su tipo influye directamente en la cantidad de calor producido, la rapidez con la que se consume y la suciedad que genera.

Por una parte, están las maderas blandas, aquellas que se consumen de forma rápida y se emplean para avivar el fuego o encenderlo. En este grupo se incluyen el roble, cerezo y fresno. Además, suelen ser las más baratas también.

Sin embargo, la leña dura por otro lado se consume de forma más lenta, por lo que suele ser más duradera y produce una mayor cantidad de calor que las blandas, pero su precio es más elevado. En este grupo entran tanto el olivo como el almendro o el naranjo.

En conclusión, una casa que quiera reducir su consumo de leña debe comprare madera dura para que el calor sea constante y de una mayor calidad. Aunque si tienes este sistema como auxiliar, puede que lo mejor sea comprar la de menor precio para encenderla de vez en cuando.

Consejos para reducir el consumo de leña de tu chimenea

En las chimeneas o estufas que se quema leña de forma eficiente se consigue una potencia calorífica que nos cuesta poco dinero porque reutilizamos madera caída o cortada de la zona.

Con estos materiales se consigue un calor intenso, pero el problema es que no todos saben cómo usar bien la estufa.

Ya sea por el desconocimiento, difícil acceso u otros motivos, los usuarios suelen utilizar leña que no es apta para quemar. De esta forma se malgasta potencial calorífico natural y además se estropea el sistema.

Lo mejor es mantener una temperatura idónea en todo momento. Establece el termómetro en torno a 20 grados. De esta forma con echar un poco de leña cada rato será más sencillo calentar la sala.

Es muy importante que revises tanto el aislamiento de tu casa como el del circuito de la estufa o chimenea (los paneles laterales, la salida de humos…) para que no sufra problemas o se escape el calor por algún lado.

Limpia bien toda la zona, de lo contrario se atascará la salida de humos y desperdicios y no darán espacio al oxígeno para avivar el fuego. Además, cuantas más cenizas y restos haya, más tardará la chimenea en encenderse y llegar al punto deseado.

La eficiencia de tu chimenea puede reducir notablemente la cantidad de energía que consumas y por tanto, el precio que pagarás a final de mes. Para más consejos del estilo no dudes en confiar en EnergyGO, entra en nuestra web o llama al 900 622 700 e infórmate.

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