¿Cuánto consume una chimenea eléctrica? Si tú también te haces esta pregunta, en las siguientes líneas te resolveremos todas las dudas. Si bien se ha convertido en uno de los sistemas de calefacción más utilizados para estar calentitos en invierno, es fundamental que sepas cuál es su consumo y todas sus alternativas.
Sí, es normal que dudes a la hora de elegir un tipo de calefacción u otro, pero ¡no te preocupes! A continuación, te explicaremos todo lo que necesitas saber para reducir tu gasto energético.
Las chimeneas son uno de los sistemas de calefacción más antiguos y conocidos. Normalmente, se compone por un conducto que da al exterior, donde se evacúan los humos producidos por el fuego. Existen distintos tipos, aunque cabe destacar las de leña, gas y pellets
En comparación con las tradicionales, las chimeneas eléctricas son mucho más simples de instalar en una casa. Por eso, en los edificios de apartamentos solo se pueden instalar este tipo, puesto que es prácticamente imposible montar una salida de humos en un bloque de 10 pisos.
Además, son mucho más limpias, ya que no generan el calor mediante la combustión de, por ejemplo, madera, como son las otras. Así, se abaratan de forma importante los costes de mantenimiento, y son más respetuosas con el medio ambiente, al no emitir residuos de ningún tipo.
Por otra parte, aunque estructuralmente sean como las chimeneas tradicionales, el aprovechamiento de energía es mucho mayor. Esto es porque el 100% de la electricidad consumida se convierte en calor. En el caso de la combustión de pellets de madera o de leña, se pierde entre un 10 y un 30% de energía.
Hay dos tipos de chimeneas eléctricas: las fijas o empotradas y las móviles. Estas últimas tienen unas dimensiones mucho más reducidas, pero también la potencia que tienen es significativamente menor.
En el caso de las conocidas como inserts eléctricos cabe destacar que, aunque sean más grandes que las anteriores, los modelos son muy variados. Es decir, se puede buscar alguna marca que pueda caber fácilmente en un hueco más pequeño.
No es necesario tener tanto espacio como con otros tipos de chimenea, sino que basta con tener un enchufe cerca y tener algún espacio donde empotrarlas.
Por tanto, cuando se habla de chimeneas eléctricas, se refiere principalmente a las más grandes. Las móviles son esencialmente radiadores portátiles, o estufas, con una pantalla LED en la que se pueden ver llamas. De esta forma, este artículo se refiere exclusivamente a las chimeneas eléctricas empotradas.
La elección entre una chimenea eléctrica o una de bioetanol dependerá, fundamentalmente, de tus necesidades y preferencias. No obstante, sí presentan algunas diferencias que debes tener en cuenta.
Las chimeneas eléctricas son más prácticas y fáciles de usar, ya que solo requieren una conexión a la electricidad. Son seguras, no generan humo ni requieren ventilación y ofrecen una simulación visual del fuego bastante realista.
Además, suelen ser más económicas a largo plazo, ya que no necesitan combustible adicional. Sin embargo, su capacidad para calentar una habitación es limitada y su uso se centra más en lo estético que en lo funcional.
Por su parte, las chimeneas de bioetanol ofrecen una experiencia más auténtica, ya que generan fuego real sin necesidad de chimenea o conductos de ventilación. Utilizan bioetanol como combustible, que es ecológico y renovable. Además, estas chimeneas tienen una mayor capacidad de calefacción en comparación con las eléctricas.
No obstante, sí requieren un mayor mantenimiento, pues tendrás que recargar su combustible y esto puede suponer un mayor aumento en los costes del bioetanol a largo plazo.
Elegir entre una chimenea de gas y una eléctrica depende de tus prioridades en términos de funcionalidad, estética y costes de instalación y mantenimiento. Las chimeneas eléctricas son la opción ideal si buscas una instalación sencilla, sin necesidad de conductos de ventilación.
Además, son fáciles de usar, seguras y requieren poco mantenimiento. Aunque su capacidad para calentar es limitada, son una opción muy eficiente y económica para quienes priorizan la estética y el confort sin complicaciones.
Sin embargo, las chimeneas de gas son mejores si buscas una fuente de calor potente y constante, ya que pueden calentar espacios más grandes de manera eficiente.
Eso sí, requieren una instalación más compleja, incluyendo una conexión de gas y, a menudo, ventilación. También implican un mayor coste inicial y mantenimiento, como revisiones periódicas para garantizar la seguridad del sistema de gas.
Para maximizar la eficiencia y minimizar el consumo, es crucial elegir el tipo de chimenea eléctrica adecuada. Aquí te presentamos algunas opciones:
Uno de los mayores mitos es que las chimeneas eléctricas consumen mucho. Nada más lejos de la realidad. Aunque sea verdad que depende de cada modelo, existe una fórmula que ayuda a comprender el gasto energético.
Primero es importante saber que los modelos disponibles en el mercado actualmente varían en potencia: desde 900W hasta 2500W. Es decir, en el caso más habitual de 2000W, se traduce a un consumo de 2 kW/h.
Para poder saber el coste, hay que saber el precio del kW/h. Este precio, según la tarifa PVPC, que es la que está en funcionamiento en la actualidad, depende de la hora y el día. Es importante tener en cuenta las horas a las que se enciende la chimenea y durante cuánto tiempo.
Una vez que se sabe las horas de uso, el consumo de luz que tiene la chimenea eléctrica y el precio de la electricidad, se puede calcular fácilmente el gasto energético:
(Consumo de chimenea x tiempo de uso) x precio de kW/h = gasto del calefactor
Optar por una chimenea eléctrica tiene múltiples beneficios que van más allá del simple ahorro energético:
En resumen, una chimenea eléctrica no solo es una opción eficiente en términos de consumo energético, sino que también ofrece numerosas ventajas adicionales que mejoran la comodidad y seguridad de tu hogar.
Por último, estos son los principales factores que debes considerar a la hora de elegir una chimenea eficiente para tu hogar si no quieres cometer errores:
Retomando un poco las ideas planteadas en el punto anterior, hay que tener en cuenta el espacio donde se ponga la chimenea. Estas necesitan, más o menos, 1kW de energía por cada 10 m2. Por eso, las habitaciones donde se instalen estos calefactores no pueden superar los 20 m2.
Antes de mirar los distintos modelos disponibles, hay que medir cuidadosamente el espacio donde se vaya a instalar y las dimensiones del propio aparato. Hecho esto, hay que buscar un ejemplar que cumpla tanto con las dimensiones como con la potencia necesaria para calentar sin necesidad de otro método de calefacción.
Finalmente, cuando ya se han descartado todos los modelos que no sean válidos, se puede buscar el diseño que más guste y que más acorde con la decoración del hogar.
Ahorro de energía
Algunas recomendaciones de qué buscar en una chimenea eléctrica son, por una parte, que cuente con un termostato y un regulador de potencia. Por otro lado, pueden resultar interesantes si cuentan con distintos modos de funcionamiento, para maximizar el ahorro.
Aunque es verdad que es una alternativa interesante a los calefactores, hay que tener en cuenta la subida del precio de la luz. Otro de los factores que también suele imposibilitar su compra es el precio de inversión inicial.
Por suerte, las compañías eléctricas suelen ofrecer descuentos a quienes optan por el consumo de energía sostenible, como es el caso de EnergyGO, donde siempre se ofrece la mejor oferta para elegir las alternativas energéticas. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 y empieza a disfrutar de tu chimenea eléctrica sin importar su consumo.