La definición de línea repartidora sería la de línea que une a la caja de contadores con la caja general de protección. Estas líneas se encuentran en la inmensa mayoría de las instalaciones eléctricas que hay en las casas y en los edificios. Además, en los bloques de pisos o edificios de oficinas suele haber dos o más líneas repartidoras.
La línea repartidora está formada por tres conductores de fase, que son aquellos que trasladan la corriente desde el cuadro eléctrico a los puntos de luz y a las tomas de corriente de la instalación, también tienen un conductor neutro, que establece una diferencia de potencial que permite que se produzca la corriente eléctrica en los conductores de fase y un conductor de protección que une a los conductores de tierra con las masas de la instalación. Además, una línea repartidora no tiene capacidad para transportar más de 150 kW.
La línea repartidora también recibe el nombre de línea general de alimentación. De hecho, en ocasiones se utilizan las siglas LGA para referirse a la línea repartidora eléctrica. Los dos elementos que unen la línea repartidora son esenciales para el funcionamiento de las instalaciones eléctricas de los edificios, de los locales comerciales y de las viviendas.
La parte superior de esta línea parte de la Caja General de Protección. En este punto de la red interior del edificio es en el que tiene lugar la conexión con el elemento que aporta la compañía suministradora de energía eléctrica. Los expertos y los reglamentos indican que la caja General de Protección se debe instalar en la fachada del edificio o de la vivienda y en ocasiones se instala más de una caja general de protección.
La parte inferior de la línea repartidora llega hasta la centralización de contadores. En este lugar se ubican los contadores que miden el consumo de energía eléctrica que realizan las personas que habitan esa vivienda o edificio o que trabajan en el local para el que se ha montado la instalación eléctrica.
Para que una instalación eléctrica funcione a pleno rendimiento es importante que haya un conductor eléctrico e incluso varios, ya que se trata de un material que no ejerce resistencia a las cargas eléctricas. Este factor provoca que cuando la corriente entre el contacto con ese material circule a una alta velocidad y sin encontrar obstáculos.
En el caso de las líneas generales de alimentación aparecen conductores como el cobre o el aluminio que están presentes en el cableado de la propia línea repartidora. También es importante que el cableado de esa línea general transcurra por zonas cortas y rectas, ese hecho también favorecerá la circulación rápida de la corriente.
La instalación de una línea repartidora tiene que ser efectuada por un técnico, ya que es uno de los componentes comunes de una instalación eléctrica. Además, esta línea está presente en casas y edificios y en estos últimos casos puede haber más de una línea repartidora.
La línea repartidora tiene que ser colocada entre la caja de contadores y la caja general de protección. A partir de ahí, no hay que olvidar el hecho de que esta línea puede trasladar un máximo de 150 kW, eso provoca que haya casos de instalaciones en las que deba haber más de una línea repartidora.
Otro aspecto que no pasa desapercibido en la instalación de la línea repartidora es que tiene que estar formada por dos conductores, uno neutro y otro de protección, más los tres conductores de fase. La ubicación de estos elementos es fundamental para que la línea repartidora quede correctamente instalada.
También es importante el hecho de que la línea repartidora es fundamental para el funcionamiento de una instalación eléctrica, por lo tanto, requiere de un mantenimiento periódico.