Para ahorrar energía en casa hay que tener en mente que todos los aparatos eléctricos de casa tienen un consumo. Que no representen el groso del gasto como lo hacen la nevera o el aire acondicionado, no implica que salga gratis utilizarlo.
Esto lo decimos porque en el ejercicio de sostenibilidad solemos dejar de lado los pequeños electrodomésticos. El cepillo de dientes, la tostadora, la batidora y el resto de dispositivos de uso circunstancial terminan olvidados en un cajón. ¿Cuál es el problema?
Pues que uno solo no tiene peso, pero sumados todos ellos representan un buen pellizco de dinero que nos podemos ahorrar en las facturas a final de año. Y en ese saco entra el tan de moda calentador de agua eléctrico.
¿Te ahorras unos cuantos minutos para hacer té o cocer pasta? Entonces sigue leyendo, porque te interesará conocer el consumo del hervidor de agua eléctrico. Quizás te salga más rentable cocer agua en la vitro... o quizás no. 👀
Para simplificarlo, podemos decir que el hervidor de agua eléctrico no es más que la última evolución de la tetera tradicional; un recipiente pensado para calentar agua, que funciona valiéndose de la corriente eléctrica.
Es llevarse la tetera de finales del siglo XIX al presente, eliminando la dependencia de uan fuente de calor externa (llama o vitrocerámica), y añadiendo comodidad a través de un enchufe normal y corriente.
Al hervidor de agua eléctrico también se le conoce en algunos mercados como kettle. De todas formas, lo importante es entender su funcionamiento para poder escoger el modelo más interesante desde el punto de vista del consumo. Por que sí, aquí también hay tipos.
El hervidor de agua eléctrico está compuesto por un recipiente de acero, plástico o aluminio con una apertura superior, al que va soldada un asa de sujeción. Dentro, una resistencia eléctrica es la encargada de calentar el agua en contacto directo.
Como ya supondrás, la resistencia está en contacto directo con la corriente eléctrica mediante un enchufe. Siguiendo el efecto Joule, los electrones van rebotando por el conductor y en el proceso generan energía térmica. Esa pasará al propio líquido del contenedor.
El hervidor de agua eléctrico viene además con distintas funciones de confort; apagado automático (cuando el agua hierve), programación, regulación de grados, modos de funcionamiento, etc. ¿Cómo consigue todo esto?
Al ebullir, el agua va generando vapor que se acumula en la parte superior del recipiente. A partir de cierta cantidad este pasa a un canal específico donde impacta con el TEH (una placa bimetálica), que se va doblando con la temperatura y termina por cortar la corriente.
Puedes llevarte a engaño porque todos son iguales por fuera. Pero en realidad cada hervidor de agua eléctrico es de su padre y de su madre. No nos referimos a las marcas, sino a la disposición de los componentes que los hacen funcionar.
Según el nivel de portabilidad, tenemos el hervidor de agua eléctrico con cable y el sin sable (técnicamente este último no es eléctrico porque depende de la vitro o el fuego). Y según la clase de resistencia, abierto o cerrado.
¿Buscas un hervidor de agua eléctrico que funcione lo más rápido posible? Entonces fíjate bien en el material de construcción. Los de metal son los más veloces pero también los que más consumen porque se llevan parte de la energía eléctrica del dispositivo.
Nuestro consejo es que apuestes por las de vidrio o las de cerámica, estas últimas especialmente si vas a usar el calentador como tetera o cafetera, y quieres mantener la temperatura durante mucho tiempo.
¿Cuánto consume un hervidor de agua eléctrico? Pues depende. Para saberlo hay que irse directamente a la ficha técnica del dispositivo. Si lo compras en Amazon puedes consultarlo en la propia web, y si la coges en físico, pregunta o mira bien la etiqueta.
Según el tamaño, te encontrarás más o menos potencia. En nuestro estudio nos hemos topado con que la mayoría de modelos ofrecen una potencia de 2200 W, así que nos quedamos con esa media. Con eso calentaremos el agua en unos 68 segundos.
Convertimos las unidades a 2,2 kW y luego multiplicamos por el tiempo de utilización. Aquí nos quedamos con el periodo de un solo uso. Es decir, 0,0188 horas (convertidos), que son 0,04136 kWh. Luego solo nos quedará relacionarlo con el precio de la electricidad.
Si estás en el mercado regulado entonces deberás fijarte en los tramos horarios; y sino, en la media que te haya asignado tu comercializadora como parte del contrato de tarifa fija. La media, por ejemplo, del 18 de abril de 2022 es de 0,18742 €. Lo que nos da:
Supongamos que lo enciendes una vez al día. Eso significa que te estarías gastando unos 2,79 € al año de electricidad solo en este dispositivo. Claro que luego hay que tener en cuenta las variaciones de precio y las jornadas de uso intensivo. Es una estimación.
Es la pregunta del millón. Qué consume menos ¿el hervidor de agua eléctrico, el microondas o la vitrocerámica? Elegir bien te va a ahorrar unos eurillos al año cada vez que vayas a hacerte una infusión o a cocer algo con agua.
Pues bien, no hace falta que nos andemos con muchos rodeos porque hay bastante consenso en torno a este debate. Te lo dejamos ordenadito de más eficiente a menos para que lo veas mejor:
Ten en cuenta que solo hablamos de calentar agua y que, en ese sentido, el hervidor resulta mucho más interesante. Si abrimos el abanico en seguida veremos que es el aparato más limitado para otras funciones (solo vale para eso). Así que ya sabes qué hacer.
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