Las motos eléctricas llegaron hace un tiempo, y aunque muchos no confiaban en su valor dentro de la movilidad, la realidad es que se han terminado asentando en el mercado. ¿Son mejores que los coches eléctricos? Si vives en la ciudad ya te lo habrás preguntado.
Las restricciones que las grandes urbes están implantando para reducir la contaminación empuja a renovar el medio de transporte, pero a la hora de enfrentar la decisión nos topamos con dos retos difíciles: el coste y los aparcamientos.
¿Renta comprarse una moto eléctrica? ¿Mejor una moto o un coche? Si tienes poco presupuesto y te mueves mucho por el centro, lo más seguro es que sí. Echa un vistazo a lo que tenemos que contarte.
De entrada, hay que pensar en los modelos más nuevos nada tienen que ver con los lanzados hace unos años. En el mercado actual, la versatilidad de estos vehículos y la diversidad de modelos abre un abanico de posibilidades mucho más amplio.
Como es lógico, las motos eléctricas no necesitan repostar en las estaciones de servicio tradicionales, por lo que puedes ahorrarte las colas y el precio que cuesta el combustible.
Es verdad que debes pagar por cargar la batería, pero su precio es mucho más barato que el del repostaje. De hecho, este es el aspecto más valorado por los compradores. ¿No es igual en el coche eléctrico? Sí, pero la moto la puedes cargar en casa y en menos tiempo.
Una moto eléctrica no necesita tanto mantenimiento. Se debe a que todas las piezas relacionadas con la combustión no existen en estos modelos. Así, por ejemplo, no necesita tantos lubricantes.
Es una virtud que también encontramos en el EV, pero que aquí se enfatiza por las dimensiones y la simplificad que ofrece el motor del vehículo de dos ruedas.
Uno de los puntos más destacados es la nula generación de emisiones contaminantes. Esto es positivo para el medio ambiente y también para tu bolsillo. Con este tipo de motos, pagarás mucho menos impuestos de circulación (incluso nada).
Por si esto fuese poco, no hacen ni una gota de ruido (esto no quiere decir que no tengan potencia o velocidad de arranque). Tampoco necesitan calentarse para funcionar correctamente.
Como todo, las motos eléctricas no son perfectas. Existen ciertos aspectos que a algunos usuarios no acaba de convencer. Veamos la “cara B” de estos vehículos.
Aunque a largo plazo el ahorro de combustible se nota, de entrada el precio suele ser más caro el de las motos de combustión. Para reducir estos costes, el gobierno suele dar ayudas de Plan Renove. Lo que iguala la barrera de ambas tecnologías.
Cada vez se instalan más aparatos para poder cargar las baterías de motos y coches eléctricos, pero aun así no son suficientes si vives en una pequeña ciudad o en un pueblo.
Puedes tener un punto de carga en tu casa, y aunque a la larga recuperarás lo invertido, instalarlo puede resultar algo caro.
Un punto que se critica bastante es el tiempo que tarda la batería en recargarse, ya que el de repostaje es muy rápido y te permite estar en carretera en cinco minutos.
Por otro lado, las baterías de estas motos pierden capacidad en las épocas de frío más intenso. Además, tienen una vida limitada, por lo que tendrás que cambiarla cada cierto tiempo.
¿Quieres salir de la urbe con ella? Vete olvidando. O vives en el extrarradio más cercano o no llegarás con autonomía suficiente para viajar con tranquilidad. Actualmente es impensable salir de ruta con las motos eléctricas.
Vistos estos pros y contras, ahora es tu momento de elegir si quieres o no una moto eléctrica para tu día a día. Eso sí, en caso de que te plantees la movilidad eléctrica dentro de la ciudad, debes contemplarlas sí o sí.
Si por algún casual te conquistan los motores eléctricos, es lógico que te entren las dudas entre elegir una moto o un coche. Al fin y al cabo ambos vehículos cumplen el propósito de ahorrar gasolina y contribuir con el medioambiente.
La moto eléctrica es más barata que el coche eléctrico (mucho más si miras marcas asiáticas poco conocidas). Con lo que te cuesta un coche eléctrico “decente” te compras dos motos eléctricas. De hecho hay modelos que, con el Plan Renove no llegan a los 3000 euros.
Una ventaja notable de las motos eléctricas es la autonomía. Al pesar menos, no contar con varios accesorios electrónicos (radio, aire acondicionado, ordenador de a bordo…) consumen menos energía.
Otro de los grandes beneficios de los vehículos de dos ruedas es que como pesan menos, necesitan mucha menos potencia para alcanzar la misma velocidad. Esto, junto a que la carga de sus baterías es mucho más rápida, reduce los tiempos de viaje.
Este es el punto definitivo para muchos. ¿A quién le gusta estar dando vueltas durante media hora hasta encontrar hueco? Las motos eléctricas pueden estacionar en casi cualquier rinconcito de la calle. Es un valor crítico en ciudades como Madrid o Barcelona.
La movilidad eléctrica es una estrategia pilar para ayudar al mundo a ser más verde y respetuoso con el medio ambiente, pero no el única. Disponer de un consumo eficiente en el hogar también cuenta.
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