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Aguas residuales: ¿cómo afectan a la contaminación del planeta?
Potabilizar las aguas residuales, así como hacer un uso más eficiente y sostenible del agua puede ayudar a combatir el cambio climático.
¿Sabías que las aguas residuales pueden convertirse en agua potable mediante su tratamiento y abastecer a la población mundial? Como ves, su importancia es más que evidente. No obstante, la contaminación y el cambio climático están afectando gravemente a las aguas residuales de nuestro planeta.
En este artículo te explicaremos en detalle cómo afecta la contaminación a las aguas residuales, así como algunos consejos para reducir su impacto medioambiental.
Las aguas residuales son cualquier tipo de agua que haya sido utilizada y contaminada por las actividades humanas. Estas pueden contener una mezcla de químicos, sólidos, metales pesados, patógenos y otros contaminantes.
Dependiendo de su origen, las aguas residuales pueden ser de diferentes tipos, como veremos a continuación.
Estas provienen de hogares e incluyen agua de baños, cocinas, lavadoras y lavavajillas. Además, suelen contener materia orgánica, detergentes, aceites y grasas, así como microorganismos patógenos.
Generadas por procesos industriales, este agua puede contener una gran variedad de contaminantes químicos y algunos de ellos pueden llegar a ser muy tóxicos. Entre ellos, se encuentran los residuos orgánicos, metales pesados, etc.
Se producen por el riego de cultivos. Suelen estar contaminadas con pesticidas, fertilizantes, materia orgánica y patógenos. Además, estas aguas pueden filtrarse a través de las corrientes de agua subterráneas y superficiales, provocando la contaminación de la tierra y del suelo.
Aunque no siempre se consideran aguas residuales como tal, el agua de lluvia que pasa por diferentes superficies puede arrastrar contaminantes como aceites, pesticidas, metales pesados y sedimentos, contribuyendo así a la contaminación del agua.
Ahora que ya sabes qué son las aguas residuales y qué tipos hay, te contamos de qué múltiples formas pueden afectar al medioambiente:
Las aguas residuales no tratadas o que no se hayan tratado adecuadamente pueden contaminar ríos, lagos, mares, océanos y acuíferos subterráneos. En consecuencia, los contaminantes presentes en estas aguas pueden dañar por completo los ecosistemas acuáticos.
El vertido de aguas residuales sin tratar puede provocar también la destrucción de hábitats acuáticos y poner en riesgo la supervivencia de numerosas especies. Por ejemplo, la sedimentación y el aumento de nutrientes en el agua pueden provocar que el oxígeno del agua se agote.
Cuando las aguas residuales se utilizan para el riego sin un tratamiento adecuado, los contaminantes pueden acumularse en el suelo y contaminar cultivos. Además de ser muy peligroso para la agricultura, esto también puede alterar los ecosistemas terrestres.
Las aguas residuales pueden contener patógenos como bacterias, virus y otros parásitos que suponen un gran riesgo para la salud humana. Tener contacto con aguas contaminadas o usarla directamente para su consumo puede provocar enfermedades como diarrea, cólera o hepatitis.
Para reducir la generación de aguas residuales y disminuir su impacto ambiental es necesario hacer un esfuerzo a nivel global. Estas son algunas de las claves para conseguirlo:
En primer lugar, te aconsejamos reducir el consumo de agua en casa mediante la instalación de dispositivos que ayuden a disminuir el flujo de agua en grifos, duchas o cisternas. Además, adoptar hábitos de consumo sostenible con el medioambiente puede marcar la diferencia.
También es muy importante implementar sistemas de tratamiento de aguas residuales, especialmente en industrias. Otra gran solución puede ser la reutilización de aguas dedicadas al riego, a la limpieza y a otros usos no potables. Esto reducirá el consumo excesivo de agua y fomentará su reutilización para diversos fines.
Otra idea es limitar el uso de sustancias químicas peligrosas para el planeta y apostar por alternativas más ecológicas. Ya sea en el hogar, la agricultura o la industria, reducir la contaminación ayudará a combatir el calentamiento global.
Promover la educación ambiental y la concienciar sobre la importancia de hacer un uso adecuado de las aguas residuales es otra de las claves. Para ello es muy importante animar a toda la población a adoptar un comportamiento más respetuoso con el planeta, ayudando a proteger los recursos hídricos.
Las instituciones gubernamentales tienen la responsabilidad de reforzar el cumplimiento de normativas relacionadas con el tratamiento de las aguas residuales por parte de la ciudadanía. Esto incluye animar a las industrias a utilizar tecnologías cada vez más limpias con el medioambiente.
Promover el uso de soluciones cada vez más respetuosas con la naturaleza, como la construcción de sumideros de carbono, también puede ayudar a limpiar las aguas residuales y combatir el cambio climático.
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