Eficiencia energética
Acumulador estático o dinámico: ¿qué consume menos?
La energía eléctrica es la opción más escogida para calefacción en los hogares, pero supone un aumento del consumo energético y de nuestra factura.
Los precios de la luz no paran de subir y eso es una realidad (dependiendo de tu tarifa contratada). Para evitar que la factura de la luz te sangre el bolsillo, lo mejor que puedes hacer es pasarte a las energías renovables. Lo más asequible y útil para una casa es el autoconsumo solar.
Seguro que piensas que es carísimo, que no tienes espacio y que todo el proceso burocrático es un engorro. Lee este artículo y verás como no tienes que preocuparte por pales, ni trámites (al menos si contratas EnergyGO Solar) ni cuánto tardarás en amortizar la instalación.
La amortización viene del lado financiero y hace referencia a la cantidad de dinero que una instalación o equipo pierde de valor con el tiempo.
Es importante conocer ese dato porque así sabremos si merece o no la pena invertir parte o todos nuestros ahorros. Por ejemplo, de nada sirve comprar un electrodoméstico muy caro si cuando amortices la inversión tendrás que hacerte con otro.
En el caso de las instalaciones fotovoltaicas, la rentabilidad o la amortización es diferente. Tienes que entender la definición desde dos puntos de vista diferentes.
Por una parte está el tiempo en el que tardarás en recuperar lo invertido, y por otra el beneficio hacia el medio ambiente.
El periodo de amortización fotovoltaica te informará de la rentabilidad económica, por lo que es un dato bastante importante a la hora de lanzarse a la piscina y gastar los ahorros.
Para saber esto, lo mejor es que te pongas en contacto con un instalador homologado y así sabrás cuál es la cantidad de CO2 que reduces usándolas.
Las energías renovables siempre son rentables, ya sean energía solar, hidráulica o cualquier otra. Aun así, no pienses en instalar placas de energía solar solo por su rentabilidad, o su amortización, tienes que considerar ambos. Esto es lo mismo que con una tele, coche o cualquier otra cosa que compras.
Haz un cálculo por una parte de la cantidad de dinero que vas a ahorrar al no depender exclusivamente del consumo eléctrico de la red tradicional y además el impacto favorable con el medioambiente.
Además, otra rentabilidad que no se suele tener en cuenta pero también importa es el precio de la electricidad y el estrés que nos causa. Al tener placas, no tendrás que preocuparte si enciendes la luz a las 12:00, pones la lavadora a las 18:00 o si calientas la pizza a las 21:00.
El proceso es muy sencillo y consiste en conocer los precios de la instalación, de los obreros y de las placas solares. Por lo general, el técnico te hará un presupuesto con todo desglosado por lo que podrás saber cuánto cuesta cada proceso.
En muchos casos existen incluso webs que te dan el presupuesto previo con las opciones de pago a plazos, financiación y demás para que elijas libremente. Este es el caso del buscador de EnergyGO Solar en el que con solo introducir la dirección de tu casa te hace un cálculo aproximado de todo.
Si queremos conocer la rentabilidad ambiental tendrás que hacer un estudio particular. Dependiendo de la zona, las horas de sol y demás factores la cantidad variará.
Por lo general, para una vivienda media que contratada 5Kw de potencia y una instalación de 4 kWp el ahorro puede llegar a 48 toneladas en su vida útil.
Mientras tanto, la rentabilidad financiera se conoce en base a la metodología que ideó la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Con ella podrás calcular la tasa de retribución financiera según la generación de energía con sistemas renovables. La cantidad establecida (razonable) era del 7,50%.
Existen dos factores que todos conocemos y tenemos que considerar a la hora de rentabilizar la instalación de placas solares. Por un lado el precio que cuesta y por el otro el ahorro conseguido.
En el caso de los costes totales, ten en cuenta que no solo es el precio de la placa, del instalador o de la tarifa, sino que entran también gastos como el del cambio en la red interna o el mantenimiento.
Ten en cuenta además que no todas las superficies están preparadas para soportar el peso de la estructura. Este coste es un añadido importante a la hora de pagar los servicios e inflar la factura de la instalación. Además de este, existen otros imprevistos que es importante que revise un técnico.
Un punto positivo es que actualmente existen muchas subvenciones (dependiendo de la instalación, tipo de vivienda, comunidad autónoma…) que te ayudan a pagar la instalación de las placas. Este movimiento esta ideado para impulsar el autoconsumo y la conservación del medioambiente.
Con el servicio de EnergyGO Solar por ejemplo, un agente se encarga de todo esto sin que tengas que preocuparte de buscarlas o realizar el papeleo, ellos lo hacen y tú solo tienes que disfrutar del ahorro.
Este dinero que recibirás, también tienes que incluirlo en el presupuesto, no es lo mismo rentabilizar unas placas de 10.000 euros que las mismas por la mitad de precio.
Por el otro lado están los ahorros que conseguimos al bajar el consumo de la red eléctrica. A esto tendrás que sumarle los ingresos recibidos por la compensación de excedentes que te dará la energía que generes, pero no consumas.
Es fácil conocer este dato (estimado), solo tienes que ver cuánta energía eléctrica producirán tus placas y cuánta consumes habitualmente en tu hogar. Además, esto se incrementa si tienes baterías para almacenar energía que utilizarás por la noche o en momentos de alto consumo.
Tras conocer estos dos datos, llega la parte más fácil: la división. Coges por un lado lo que te cuesta la instalación y por otra el dinero que te puedes ahorrar al mes/año. Ahí tendrás la cantidad de meses o años que tardarás en amortizar la instalación.
Aunque algunos proveedores te dan fechas estimadas, los expertos dicen que las placas solares consiguen “autopagarse” a los siete u ocho años. Estos son datos orientativos que dependiendo de muchas características pueden variar.
Así que, ya sabes, corre a instalar ya tus placas solares porque cuanto antes las pongas, antes las amortizas. Si te da mucha pereza el proceso, déjalo en nuestras manos.
Desde EnergyGO tenemos el servicio EnergyGO Solar que te ayuda a simplificar el proceso. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 y pásate al lado del ahorro.
La energía eléctrica es la opción más escogida para calefacción en los hogares, pero supone un aumento del consumo energético y de nuestra factura.
Estos tipos de suelo pueden confundirse a veces porque estéticamente hablando se parecen bastante pero tienen propiedades diferentes.
Este aparato te permite tener el agua caliente al momento sin tener que esperar a que se llene el depósito y sin miedo a que se acabe mientras te duchas.
Algo tan simple como hacer este cambio hará que tu casa se amucho más eficiente y acabes reduciendo tu consumo energético.
Te asombrará lo que puede ayudarte a reducir el consumo de energía dependiendo de si tu nueva vivienda es un bajo o está en lo alto del edificio.
Con este sistema los hogares mantenían una temperatura agradable durante el invierno y el verano gracias al aire que circulaba por sus canales y galerías.