Eficiencia energética
Cuánto pesa la batería de un vehículo eléctrico
Las celdas de los coches eléctricos con el principal escollo que tienen que salvar los fabricantes para asegurar autonomías competitivas en carretera.
Ayudas, mogollón de publicidad, promesas, tecnologías; es normal dejarse llevar por la emoción que rodea a los coches eléctricos. Pero hay que tener mucho cuidado a la hora de comprar mucho. ¿Ilusión? Sí, pero con cabeza.
Esto lo decimos porque existe muchísimo desconocimiento en torno al EV. Se vende su disminución de piezas sin informar bien del mantenimiento que necesita. Y esto también aplica la tema de los criterios de compra.
No vale quedarse solo con la estética exterior o la potencia del motor. Los neumáticos del coche eléctrico son igual o incluso más importantes que en los vehículos de combustión de toda la vida.
¿Quieres seguridad? Pues presta atención tanto al diámetro de las llantas como al tipo de goma. Vamos, lo del agarre, el dibujo y demás cosas que ya conocemos. Todo esto, pero relacionado con el sobrepeso y las inercias propias del coche eléctrico.
Primero nos ubicamos en el coche eléctrico. Bien, el mantenimiento de los neumáticos es distinto al de un vehículo convencional (aunque en ambos casos sea importante mantenerlos en buen estado).
Pasando a lo que te importa de verdad, ¿pueden usar los mismos neumáticos que los coches de gasolina y diésel de toda la vida? Sí, pero siempre y cuando cubran unos requisitos mínimos.
Vamos a repasar cuáles son los rasgos básicos que han de tener los neumáticos de coches eléctricos.
Empezando por lo esencial, esas piezas hechas con caucho están diseñadas para garantizar al vehículo una buen adherencia y fricción con el suelo. También es muy importante que sean de calidad para garantizar una buena frenada.
Aun así, esos no son sus únicos cometidos. Aquí van otros:
En el caso de los coches eléctricos, sus neumáticos también son vitales a la hora de asegurar un consumo eficiente y mantener la autonomía deseada. Su adherencia al suelo será clave para transmitir la fuerza del motor eléctrico.
Los fabricantes de neumáticos trabajan día y noche para conseguir las gomas más seguras y eficientes. Esto último está relacionado directamente con la reducción de consumo, que en el caso de los coches eléctricos es vital.
También deben estar fabricados pensando en aislar al máximo el ruido de rodadura y así mejorar el confort de marcha. Eso sí, primero va la adherencia y después la comodidad.
Para conseguir cumplir todos estos requisitos se fabrican diferentes tipos de neumáticos de coches eléctricos.
En los vehículos de motor térmico no se da esta clasificación más que nada porque sus neumáticos tienen que soportar mayor peso (en general por las baterías).
Han de ser altos y contar con una banda de rodadura muy estrecha para transmitir todo el par al asfalto. Además, como los coches en sí no hacen casi ruido, notaremos mucho más todo el sonido externo y las vibraciones. Para paliar esto, agregan una inyección de espuma al la goma.
La tracción eléctrica reduce el ruido del motor, las emisiones, el mantenimiento y los costes de funcionamiento. Pero ojo, porque no todo es bueno. El sobrepeso de la batería de estos vehículos repercute en el paso por curva, la aceleración, y sí: los neumáticos.
Dicho eso, las gomas de los EV suelen tener una anchura inferior porque necesitan menos agarre para conseguir velocidades seguras. Esto se traduce en menores consumos, pero también comodidades comprometidas.
Este es el tipo de rueda más económico de todo el mercado, y como supones, también el que menos prestaciones te da. Es apto y recomendado solo para vehículos de baja potencia y peso porque no soportan demasiado (por eso cada vez se usan menos).
Este modelo de neumático para coches eléctricos es apto para vehículos de mayor kW. Con ellos se ha logrado que los EV más pesados, sin importar su tipo, tengan un menor desgaste.
Su resistencia es algo sorprendente, ya que es mucho mayor de lo esperado. Pero claro, esto tiene un precio, y precisamente eso es lo que echa para atrás a los conductores. Sí, hablamos del precio.
Debemos tener ciertas cosas en consideración para ver qué modelo se ajusta más a nuestras necesidades. En torno a los neumáticos para coches eléctricos, hay tres factores a tener en cuenta.
Tomando en cuenta las características de nuestro coche, lo mejor que puedes hacer a la hora de elegir neumático pensar en el uso. Si tienes un modelo deportivo o SUV te recomendamos que no escatimes en gastos. Lo agradecerás.
En cambio, si vives en una zona climatología adversa, deberías comprar unos neumáticos Allseason o directamente unos de invierno. De todas maneras, además de esto habría que tener en cuenta también sus prestaciones.
Estos nos indicarán la vida útil, cómo se comportará en diferentes situaciones y lo más importante: qué seguridad le da al coche.
Los usuarios suelen preferir los neumáticos anchos y de perfil bajo, pero porque se fijan más en la estética que en otra cosa. Pero la continua llegada al mercado de coches nuevos con tecnologías más pesadas hace que poco a poco se vean con menos banda de rodadura.
Los neumáticos de tipo A y C son los que mejor juegan a favor de los coches eléctricos. Consiguen traspasar toda la energía que el coche necesita enviar a sus neumáticos para mantener una velocidad y una potencia constante.
Los neumáticos para coches eléctricos con mayor calificación consiguen que el ruido provocado por el roce de la rueda con el suelo sea mínimo. Y esto es más importante de lo que parece, porque no tenemos otras distracciones.
Es decir, que al no haber rugido del motor, el ruido de rodadura se hace más evidente. Por eso las marcas están ya desarrollando sistemas de cancelación de ruido que puedan apoyar el desarrollo tecnológico de los neumáticos.
Esperamos que con todos estos consejos veas los neumáticos del coche eléctrico con otros ojos. Con novedades como la gama ION de Hankook y otras propuestas específicas de los fabricantes, el futuro se promete más que sorprendente.
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