Eficiencia energética
Pila de hidrógeno: ¿Será el combustible del futuro?
Ante el lento avance de la electrificación del parque móvil y las presiones normativas, la pila de hidrógeno ahora capta miradas como gran alternativa.
Comprarse un coche eléctrico es sinónimo de pensar en la autonomía y el ahorro que te proporcionan. Eso está muy bien si tienes un enchufe en el edificio en el que vives o hay un punto de carga pero ¿y si lo cargas en casa?
En este caso, la cosa cambia. Ten en cuenta todo lo que necesitas para mantenerlo, cargarlo y tenerlo siempre a punto. Es normal que si te lo acabas de comprar no sepas cómo u cargar coche eléctrico.
Por aquí te contamos con pelos y señales cuál es la potencia necesaria, qué tipos de carga se aconsejan y, si necesitas cambiar la tarifa de tu casa para cargar la batería de estos vehículos.
Para cargarse, las baterías de los coches eléctrico e híbridos necesitan como mínimo una potencia de 2,3 kW, aunque lo recomendado es al menos 3,6 kW. Pero claro, cuanta más mejor. Por ejemplo, los puntos de carga de la calle tienen 7,4 kW de potencia.
De todas formas, por norma general no consumes la batería completa en los trayectos diarios, por lo que no necesitas tal cantidad de carga. Para que te hagas una idea, la batería media de un coche eléctrico es de 35 kWh.
Por tanto, con una potencia de 2,3 kW, tardarás unas 15 en llegar al máximo. Con la cantidad recomendable (3,5 kW) el tiempo se reduce hasta las 10 horas. Y con una potencia de 7,4 kW se tadarían menos de cinco.
Aunque cargar el coche eléctrico es un proceso bastante simple y rutinario, conviene que tengas ciertos conocimientos para hacerlo correctamente. Si lo haces mal podrías dañar la batería y reducir su vida útil de manera considerable.
Esto no es muy diferente a lo que pasa con los móviles: no es recomendable que las baterías lleguen al mínimo y se descarguen por completo. Lo ideal es que no bajen del 20 o 25%, aunque una vez cada mes o dos meses sí que es recomendable para que se restablezcan los valores.
El tipo de carga para los vehículos con motor eléctrico cambia en función de diferentes valores. Algunos de ellos son el modelo de conectores, los puntos de carga... La velocidad de carga puede diferenciarse en lenta, estándar, semi-rápida y rápida.
Es obvio que el tiempo va a variar dependiendo de la capacidad de la batería del vehículo y la velocidad de recarga que podamos ofrecerle.
Este es el típico modo de carga que se hace en casa con los enchufes domésticos (en unos sistemas eléctrico de unos 10 A). Esta carga no suele ser la habitual porque es excesivamente lenta (entre 15 y 17 horas). La ventaja es que la batería sufre menos.
Como señalábamos antes, es la carga que se realiza con una potencia de entre 3,6 kW hasta los 7,5 kW. Para ello tienes que disponer de un sistema eléctrico que tenga desde 15 hasta los 32 A.
Esta carga es ideal para las noches, ya que suele completarse en unas siete horas y media aproximadamente. Igual que la lenta, esta velocidad de recarga es más respetuosa con la salud de la batería y alarga su vida útil.
Estos dos tipos de carga son los menos frecuentes en hogares. Van desde los 10/23 kW en el caso de la semi-rápida hasta los 50/100 kW para la carga rápida. Con esta velocidad, es cierto que el coche puede estar al 100% en una hora, pero la batería sufrirá bastante.
La potencia media contratada en los hogares en nuestro país ronda los 3,5 - 4,5 kW, por lo que no tendrías problema en cargar la batería de tu coche eléctrico. Aun así, compruébalo antes llamándonos. En EnergyGO te lo resolveremos con facilidad.
Ten en cuenta que cargarlo en casa va a aumentar el consumo de energía en tu hogar. Además, no te olvides de que si llegas a la potencia máxima, entonces los plomos saltarán y te quedarás sin luz en casa momentáneamente.
Por eso, aunque no sea necesario, siempre es recomendable que aumentes un poco la potencia contratada para que tengas margen por si quieres poner una lavadora, encender el horno, la vitro...
Es cierto que esta subida se traduce en un aumento del precio de tu factura eléctrica a final de mes. Entendemos que si te compras este tipo de vehículos es justo para ahorrar. ¿No quieres subir la potencia contratada? Hay alternativas.
Lo mejor que puedes hacer es comprar un cargador con el que puedas programar y controlar los tiempos de carga. De esta forma utilizarás la potencia que tengas disponible en cada momento (menos si cocinas o haces tareas y al máximo cuando duermes).
Estos cargadores inteligentes miden la cantidad máxima de potencia que se puede consumir sin que salten los plomos. De esta forma, la batería se cargará de forma eficiente y sin cortes en el suministro que pueden afectar a su salud.
Hay diferentes tipos de cargador, pero para todos ellos ten en cuenta que la red energética del hogar y la potencia contratada no son lo único importante. El modelo de enchufe y cargador son igual de cruciales.
Además, hay que destacar que la potencia tampoco es igual si tienes un sistema eléctrico monofásico ( entre 3,7 y 7,4 kW) o uno trifásico (entre 11 y 22 kW). De todas formas, aunque el punto de carga esté ideado para una cantidad, se puede adaptar a la que tengas contratada.
Por tanto, no te preocupes al escoger el cargador para tu coche eléctrico, todos ellos son compatibles con tu tarifa de la luz. En este sentido, no te olvides de que también es importante el plan de luz que tengas contratado.
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