Muchas veces leemos y escuchamos términos relacionados con la electricidad, energía y mantenimiento de los aparatos electrónicos y no entendemos de qué nos hablan. En ocasiones vemos la palabra “resistencia eléctrica” y la pasamos por alto. ¡Error!
Aquí te vamos a explicar (o al menos intentaremos) de la manera más sencilla qué significa este concepto, cuál es su medida, usos, tipos, funcionamiento y más.
Como hemos mencionado antes, es una palabra que se utiliza en todos los aparatos electrónicos. Se trata de una escala de magnitud física que mide la tendencia que tiene un cuerpo para oponerse al paso de una corriente eléctrica cuando se somete a una tensión eléctrica.
Es como una especie de “aguante” de un dispositivo ante la electricidad que pasa por su circuito. Este término también se utiliza para referirse a un elemento de un circuito eléctrico que dificulta el paso de las cargas de más potencia.
La resistencia (R) es la inversa de la conductancia eléctrica (G) y se define la fórmula R=1/6 para aquellos conductores cilíndricos. Para medirla se utiliza un dispositivo llamado ohmímetro.
Ahora que te hemos definido lo que es la resistencia eléctrica, pasamos a explicar cómo funciona. Pues bien, a través de un conductor fluyen diferentes cargas eléctricas conocidas como iones o electrones. Ahí chocan contra átomos que se encuentran en el propio conductor.
Cuando sucede esto, parte de la energía cinética que generan se transforma en calor. Es decir, una de las consecuencias de que pase la corriente por un conductor es el calentamiento. Este efecto tiene nombre y es “Jolue”.
Por eso, usualmente cuando se estropea la resistencia de un microondas, televisión o cualquier otro electrodoméstico no se dice que se “rompe” sino que se quema, por la temperatura.
Su “fortaleza” depende de diversos factores:
Según el sistema internacional, para todos los países la unidad de medida de la resistencia es el ohmio (Ω) en honor a Georg Simon Ohm (físico y matemático alemán que aportó a la teoría de la electricidad la ley de Ohm).
En el caso de corriente continua y contando con la ausencia de la fuerza electromotriz dentro del conductor considerado es donde se aplica la ley de Ohm. Esta se rige por la siguiente fórmula R = V / I.
En ella, V es la tensión a la que está sometido el cuerpo, mientras que (I) es la intensidad de la corriente que lo atraviesa. Esta ley es válida cuando se utiliza para expresar la resistencia del conductor eléctrico en forma macroscópica sólo cuando éste tiene una geometría.
Medir la resistencia eléctrica es un proceso fundamental en el mantenimiento y diseño de circuitos electrónicos, ya que permite asegurar el correcto funcionamiento y la seguridad de los dispositivos. Aquí te explicamos detalladamente cómo realizar esta medición de manera precisa y segura.
El instrumento más común para medir la resistencia eléctrica es el multímetro, el cual debe tener la capacidad de medir ohmios (la unidad de medida de la resistencia). Es importante seleccionar un multímetro que sea confiable y esté correctamente calibrado para obtener mediciones precisas.
Antes de comenzar la medición, es crucial asegurar que la resistencia esté completamente desconectada de cualquier fuente de energía. Esto incluye desconectar cualquier batería, fuente de poder o componente que esté alimentando el circuito. Esto es vital para evitar daños al multímetro y para obtener una lectura precisa.
Aquí lo primero es encender el multímetro y ajustarlo al modo de medición de resistencia, lo cual suele indicarse con el símbolo de un omega (Ω).
Si el multímetro tiene diferentes escalas de medición, selecciona la escala adecuada para la resistencia que esperas medir. Si no estás seguro de la resistencia, comienza con la escala más alta y ajusta según sea necesario.
Conecta los terminales del multímetro a los extremos de la resistencia. Asegúrate de que haya un buen contacto entre los terminales y la resistencia para evitar lecturas erróneas. Es preferible utilizar pinzas de cocodrilo si están disponibles, ya que proporcionan una conexión más estable y segura.
Una vez conectado el multímetro, este mostrará el valor de la resistencia en ohmios. Si la pantalla muestra un valor infinito o muy alto, asegúrate de que los terminales estén correctamente conectados y que no haya interrupciones en la resistencia.
La lectura obtenida te dará una idea clara sobre el estado de la resistencia. Una resistencia dañada o desgastada podría mostrar una lectura diferente a la esperada. Compara el valor medido con las especificaciones del fabricante para determinar si la resistencia aún es funcional o si necesita ser reemplazada.
Siempre asegúrate de manejar todos los componentes electrónicos con cuidado, especialmente al medir resistencias en circuitos que puedan tener cargas residuales. Utiliza guantes y otras protecciones personales si es necesario.
Dentro de ellas, existen diferentes tipos dependiendo de los circuitos electrónicos. Aquí te dejamos una lista con los principales:
Para determinar cuál es la resistencia que posee cada uno de estos componentes existen unos códigos de colores. Dependiendo de qué tipo y circuito electrónico sea, presentará unos colores en sus bandas que se asignan a unos valores numéricos.
Seguro que ya te lo imaginas, pero las resistencias eléctricas tienen una gran cantidad de usos en diferentes campos. Aquí te dejamos tres ejemplos para que lo veas más claro.
Para empezar, pensamos en una estufa eléctrica. Al fin y al cabo, este aparato es una resistencia a lo grande. Cuando pasa electricidad por dentro de su cuerpo se calienta tal y como expresa la ley de Joule.
Ahora imagínate un frigorífico y una bomba de calor. Ambos electrodomésticos necesitan una resistencia eléctrica a la hora de calentar tanto un fluido de trabajo como agua para funcionar.
Por último, están los circuitos electrónicos. Estos usan resistencias para variar el nivel de voltaje y la intensidad de corriente en un punto determinado del circuito, de acuerdo a la ley de Ohm.
Esta palabreja tan rara es el nombre de un tipo de resistencia eléctrica cuyo valor varía dependiendo de la temperatura. Es cierto que todas aumentan sus grados, pero en el caso de los termistores es más notable.
Dependiendo del signo de coeficiente de temperatura (la relación entre la variación de la propiedad física de un material y el cambio de temperatura), existen dos tipos.
Por un lado, está el NTC (coeficiente de temperatura negativo) en la que su resistencia se ve reducida a medida que los grados aumentan. En el lado opuesto está el PTC (coeficiente positivo de temperatura), el más habitual y en el que aumentan temperatura y resistencia a la vez.
Antes de terminar, no podemos dejar olvidadas las resistencias dependientes. Son aquellas en las que su “aguante” al paso de la corriente eléctrica a través de ellos depende de diferentes factores (temperatura, tensión, luz ambiental…).
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