La sostenibilidad se ha convertido en el objetivo a alcanzar por todos los usuarios. Es lo que ahora conocemos como responsabilidad medioambiental. Este criterio es precisamente la clave para elegir electrodomésticos y, si todavía no tienes una nevera A+++, ya estás tardando. Descubre cuánto consume y todas sus ventajas.
Además del precio, la garantía o la potencia, también es vital fijarse en el etiquetado energético de tu nevera. ¿Sabías que este aparato puede suponer en algunos casos casi el 20% del consumo total de nuestros hogares?
Aunque gracias al etiquetado puedes saber de primera mano los kWh que consume una nevera, existe una tabla orientativa de su consumo:
Como ves, dentro de la categoría A existe una gran diferencia. Entre la etiqueta A y la A+++ hay 200 kWh de margen, algo que se notarás especialmente en tu factura eléctrica.
Aunque las tarifas eléctricas hayan cambiado y el precio de la luz varíe cada día por el cierre de su compraventa, también existe una tabla orientativa para que veas su consumo traducido a euros:
Por lo tanto, una nevera de la categoría A+++ consume al año aproximadamente 21,9 €, 26.64 € menos que un frigorífico de la categoría A, que consume una media de 48,54 € al año.
Y si pasamos esta comparación con el etiquetado A++, la diferencia también es importante, ya que se encuentra en torno a los 14,6 € al año.
Si desglosamos el consumo diario, el consumo horario de una nevera A+++ sería mínimo. Hablamos de aproximadamente 0.0125 a 0.0208 kWh por hora, un número que destaca la eficiencia de estos electrodomésticos. Es importante notar que este consumo es constante, dado que la nevera necesita mantenerse en funcionamiento continuo para preservar los alimentos.
¿Y al día? Pues una nevera de este tipo puede consumir entre 0.3 a 0.5 kWh en un día. Esto varía según el modelo, el tamaño y las condiciones de uso. Por ejemplo, una nevera más grande o una que esté abierta frecuentemente puede estar en el extremo superior de este rango.
Con un frigorífico A+++ gastarás de media un 18% menos de luz que con uno A+. No obstante, optar por electrodomésticos de categorías B y C puede elevar tu factura de la luz de una manera muy significativa, aunque dependerá también del modelo que elijas. Además, los electrodomésticos de última generación son muchísimo más eficientes energéticamente que los más antiguos.
En definitiva, apostar por los frigoríficos A+++ es una decisión inteligente tanto para el bolsillo de tu hogar como para el medioambiente.
Aunque en marzo de 2021 entró en vigor un nuevo etiquetado energético, la gran mayoría de los electrodomésticos que hay a la venta en el mercado aún siguen teniendo el anterior etiquetado.
El sistema de etiquetado de eficiencia energética es alfabético, donde se valora a los electrodomésticos desde la A, para los más eficientes, hasta la G para los menos eficientes.
Hasta el pasado mes de marzo, la categoría A implicaba una subcategoría valorada con el símbolo “+”, el cual se incluía hasta un máximo de tres para certificar a los más eficientes.
Para que te hagas una idea, las neveras que pertenecen a las categorías A y B se entienden como las más eficientes.
El consumo de las correspondientes a las etiquetas C y D se entiende como medio y, el de las categorías E, F y G, son las que menos eficiencia energética tienen.
Por lo tanto, un frigorífico A+++ implica la mayor eficiencia energética del mercado, comparable a los A de la nueva etiqueta que hayan sido fabricados a partir de marzo de 2021.
A pesar de conocer las diferencias que has visto antes, hay muchas personas que aún no se deciden a comprar una nevera A+++.
Esto es así porque su precio en el mercado es más elevado que los de categorías inferiores. Por inercia el consumidor decidirá gastar menos en el momento de la compra.
Claro que, si pensamos a largo plazo, el beneficio termina siendo evidente. Es un enfoque complicado de manejar para un usuario medio, pero resulta vital si pensamos en el ahorro en toda una vida.
¿Por qué son más caros? Lograr la eficiencia energética requiere que los fabricantes ajusten su producción a ciertos parámetros de sostenibilidad, siendo más costoso respecto a otras gamas de mayor tirada y menor eficiencia energética.
A pesar de ello, la diferencia no es tan significativa y el e-commerce Idealo ha echado las cuentas por ti para demostrarte que la compra de una nevera A+++ es una buena inversión a largo plazo.
Lo primero a remarcar y tras analizar el precio de los frigoríficos en el mercado, es que existe una diferencia de 41,18 € de media entre los más eficientes y los que más consumen.
Si llevamos esta diferencia de precio al consumo anual de las neveras, veremos en el caso de los frigoríficos A que esta diferencia se compensa en el consumo del primer año.
Y si trasladamos esta valoración a aquellos pertenecientes a la categoría A++, en tres años habrás amortizado la inversión del frigorífico A+++.
A pesar de ello, ten en cuenta que la media de vida de una nevera es de 15 años, por lo que durante este tiempo sin lugar a duda el frigorífico A+++ es resulta mucho más económico.
Si estás en el momento de querer renovar tus electrodomésticos, piensa que este ahorro además de aplicarlo en las neveras, podrás disfrutarlo en más aparatos como el lavavajillas, el horno o la lavadora.
Gracias a la tecnología cada vez son más eficientes y apostar por ellos es hacerlo por un consumo inteligente y responsable con el medioambiente. Eso sí, para sacarles el máximo partido necesitarás una tarifa eléctrica a medida.
En EnergyGO no solo somos conscientes de tus necesidades, sino que las compartimos. Únete a nosotros y empieza a saborear de verdad lo que es un electrodoméstico A+++. Llámanos al 900 622 715 o visita nuestra web e infórmate.