La Navidad es ese momento del año en el que los expertos en diseños familiares, invernales ( y a veces horteras) sacan a relucir sus mejores obras de arte. Esta tradición de decoración tanto en el interior como en el exterior del hogar es bonita, pero puede salirnos muy cara.
Por suerte, existen diferentes soluciones económicas responsables con el medioambiente. Desde las míticas guirnaldas hasta los ciervos pasando por los Papá Noel gigantes; hay modelos que incluyen placas solares.
De esta forma, para todas esas luces que coloques en el exterior (balcones, jardines, terrazas..) se alimentarán de la luz emitida por el sol recargando su batería para usarla durante el tiempo que esté encendida.
Dentro del modelo de luces decorativas navideñas existen diferentes modelos en función de la forma y potencia que tenga. No obstante, tal como indica el nombre, todas ellas consiguen la energía suficiente para funcionar a partir del sol.
Aunque por lo general se recomiendan para exterior, puedes instalarlas en el interior siempre y cuando les de la luz solar en algún momento del día (entrada, hall, ventana…). De esta forma tendrás más enchufes libres y además gastarás menos dinero.
Las bombillas de navidad led que incluyen este tipo de luces es similar al de las bombillas que existen actualmente en el mercado de bajo consumo. Los modelos más comunes dentro de las navideñas van desde los 1,6W a los 2W. Aun así, las hay más potentes en función del tamaño y forma.
En este caso se mezcla por un lado la adquisición de la energía que emite el Sol, y por otro el almacenamiento. Primero se recoge la luz a través de unas pequeñas placas solares pegadas a las luces o conectadas y después se almacena en baterías para que aguanten durante toda la noche encendidas.
Los pasos que siguen este tipo de adorno navideños son:
Una cadena de luces navideñas de calidad y que esté completamente cargada puede llegar a durar entre seis y ocho horas. No es una maravilla, pero es el tiempo suficiente para que todo el barrio vea las luces tan bonitas de tu fachada.
Además, no tendrás que temer por las altas temperaturas de las bombillas que pueden acabar quemando el resto de decoración. Una de sus ventajas es que estos modelos utilizan la tecnología LED, que se mantienen mucho más frías y no emiten calor, por lo que también ganan en seguridad.
A su vez, tampoco tendrás que preocuparte por que haya un apagón en tu casa cuando conectas todas las luces ya que no van conectadas a la red eléctrica. Esto también evita que se produzcan cortocircuitos en el hogar.
Otra de sus ventajas es que para las luces solares es que no necesitan estar cerca de una toma de corriente ni ocupar todos los enchufes de la casa. Estas las colocas donde quieras y pones la placa cerca de una zona con sol y listo.
La amortización es otro de los puntos en los que las luces navideñas solares destacan. En solo un par de años tienes amortizada la inversión, y teniendo en cuenta que las bombillas LED pueden llegar a los 30 años, su atractivo aumenta.
Por si esto fuera poco, no tendrás ni que acordarte de encenderlas o programarlas. Este tipo de luces solares incluyen un sistema que con un sensor de luz que se activa cuando comienza a oscurecer. De esta forma, incluso se encenderán cuando no estés en casa.
Como todo, estas luces también tienen una cara “B”. Una de las patas que cojea este tipo de adornos navideños es que en zonas nubladas o lejos del ecuador estarán ausentes de sol. Ergo no se cargan al completo y durarán menos.
El problema es que, en invierno, los días son más cortos y por ello habrá noches en las que no aguanten ni hasta la una de la madrugada encendidas.
Es importante fijarse en ciertos factores como las baterías, zona de instalación, colores y mucho más para acertar con el modelo que compremos.
Compra luces navideñas que tengan baterías recargables de iones de litio. A diferencia de las baterías NiCd, estas no tienen el temido “efecto memoria”. Esta condición hace que las baterías no se carguen al completo y por tanto, duren menos aunque sigan teniendo el potencial.
Como es lógico, para que las luces solares funcionen correctamente y den el máximo, necesitan sol. Por ello, es mejor que primero analices durante cuánto tiempo da el sol a tu casa, en que zona y con qué intensidad.
Teniendo en cuenta que más o menos cada hora de luz solar aporta una hora de carga, como mínimo tendrá que darle el sol entre cinco y siete horas para que dure el tiempo suficiente. Fíjate bien dónde colocas el panel solar porque cualquier sombra parcial o total afectará a la carga.
Además, el mogollón de colores es algo que caracteriza a las luces navideñas. Los modelos navideños solares vienen en una variedad de colores que pueden configurarse con patrones. En el caso de querer más intensidad, con un controlador podrás regular la sus funcionalidades.
No te lo pienses dos veces y pásate al consumo eficiente y responsable con este tipo de luces que aprovechan la energía del sol, verás como tu bolsillo lo agradece.
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