¿Por qué mi vitrocerámica no enciende?: causas y soluciones

14 Febrero 2024 13:00

¿Te acuerdas cuando eras pequeño y lo normal era tener una bombona en la cocina de casa? Hoy millones de hogares están conquistados por la vitrocerámica. La comodidad y limpieza que ofrece nos ha convencido con el paso de los años.

Ahora bien, como cualquier otro aparato eléctrico del hogar —sí, este también lo es—, la “vitro” necesita un cierto mantenimiento. Muchas personas se sorprenden cuando deja de funcionar tras siglos sin revisarle nada. Es normal.

Si tu vitrocerámica es de esas, de las que ha dejado de funcionar, y desconoces el motivo, aquí te contamos algunos de los motivos detrás de la avería.

Comprueba la corriente eléctrica

Al tratarse de un aparato eléctrico, una de las primeras opciones que hay que descartar es que el enchufe y el sistema eléctrico funcionen correctamente.

Si la corriente ha dejado de funcionar, ya sabes cuál ha sido el problema. ¿Que no tienes conocimientos de electricidad? En ese caso es mejor que no corras ningún riesgo. Para solucionarlo acude a un técnico especializado.

Supongamos que ese no es el problema. Tocará mirar a la propia vitrocerámica. Comprueba que el cable esté en buenas condiciones para descartar que el error se encuentre ahí y que no está bloqueado el cuadro de mandos.

Existe la posibilidad de que el cuadro funcione perfectamente, pero que el piloto de encendido y apagado se haya dejado de funcionar y por ello no puedas ver que la placa está bloqueada.

¿Y qué hay del propio cuadro? Es fácil saber cuándo falla ese componente. No hay más que comprobar los giratorios, ya que basta con ver si están bien ajustados o no.

En cambio, si los mandos son táctiles, su revisión es más compleja y tendrás que acudir a un técnico especializado.

Cuando la placa vitrocerámica no responde

Vas a cocinar, le das al botón de encendido y pones la placa del fogón a máxima potencia para que empiece a coger calor. Pasa un minuto, dos, tres y nada, que no funciona. ¿Qué sucede?

Antes de nada tendrás que saber si pasa en todos los fuegos o solo en uno. Y para eso basta con ir encendiéndolos uno a uno hasta dar con el problemático.

Si ocurre en todos los fuegos el error es de la placa. Hay dos motivos: porque la conexión de los quemadores (responsables de enviar el calor a las placas) situados en el interior del sistema ha fallado, o porque los relés han dejado de funcionar o no están bien conectados.

Los relés son las piezas que se encuentran en el interior de la vitrocerámica y que cumplen la función de “interruptores” para dar paso a la corriente eléctrica.

El otro gran enemigo de la vitro es el fusible. Esta pieza es la responsable de bloquear el paso de la corriente en un circuito eléctrico cuando esta es excesiva. De esta manera se evitan sobrecargas.

¿Cómo comprobarlo? No te alarmes, pero tendrás que levantar la placa. Puedes ayudarte con un destornillador plano u otra herramienta que pueda funcionar como palanca mientras aguanta a el peso de la placa.

En cuanto la levantes un poco, podrás comprobar si el fusible está o no fundido. Suele tener la forma de una cápsula, por lo que su localización es muy sencilla.

Fallos menos comunes

Aunque no es lo común, cabe la posibilidad de que la avería esté localizada en un solo fuego. En ese supuesto el problema puede venir por la rotura en el hilo de la resistencia. Si es así, bastaría con sustituirlo por uno nuevo.

El otro causante habitual es el termostato. Este puede haberse deteriorado con el tiempo, acumular hollín y haber perdido el contacto. Solo tendrás que limpiarlo y ya volverá a funcionar sin ningún problema.

La placa contiene numerosas piezas, aunque estos motivos suelen ser los más comunes, lo mejor es que un especialista proceda a su revisión para dar con el fallo.

¿Qué sucede si la vitrocerámica se ha roto?

La vitrocerámica es delicada en términos de resistencia física, y un golpe puede averiarla. Es muy habitual que, durante la cocina, se caiga una olla o una sartén impactando y partiendo el cristal.

En una situación así es normal que te asustes. Para muchas personas el miedo viene también por el lado del bolsillo; no quieren gastarse un dineral en arreglarla, y siguen utilizándola así.

El problema es que haciendo eso corremos el peligro de que se cuele algún líquido por las ranuras, provocando un cortocircuito. ¿Resultado? Tendrás que cambiar la vitro entera por haber querido ahorrar un poco.

El cristal, que a simple vista parece un elemento decorativo, en realidad cumple una función protectora determinante para que no entren agentes externos al mecanismo. Sin ella los riesgos de avería aumentan de forma considerable.

No es diferente a otros electrodomésticos; el mantenimiento de la vitrocerámica es vital para su correcto funcionamiento. Y no, no basta con limpiarla cada vez que terminemos de cocinar.

Hay que aislarla por completo de cualquier líquido que pueda colarse en su contorno. Normalmente, el tiempo de vida de una vitrocerámica gira en torno a los 15 años; un tiempo en el que la silicona que la sella puede estropearse y perder sus propiedades.

De ahí que sea recomendable utilizar la silicona termorresistente, también conocida como silicona de alta temperatura. Soporta temperaturas entre los -50ºC y los 300ºC, y está perfectamente preparadas para resistir el calor de la vitrocerámica.

Mantenimiento de la vitrocerámica

Un buen mantenimiento es clave para evitar problemas como que la vitrocerámica no encienda. Aquí te dejamos algunos consejos:

  1. Limpieza regular: Mantén la superficie de tu vitrocerámica limpia, eliminando restos de comida y manchas después de cada uso. Utiliza productos de limpieza recomendados y evita los estropajos abrasivos que pueden dañar la superficie.

  2. Revisión periódica: Realiza inspecciones visuales regulares en busca de grietas o daños en la superficie. Una pequeña grieta puede convertirse en un problema mayor si no se trata a tiempo.

  3. Cuidado con los líquidos: Evita el derrame de líquidos, especialmente agua, sobre los controles o en la zona de conexión eléctrica. Esto puede causar cortocircuitos y fallos eléctricos.

  4. Uso adecuado de utensilios: Utiliza únicamente utensilios compatibles con tu vitrocerámica. El uso de utensilios inadecuados no solo afecta la eficiencia de cocción sino que también puede causar daños a largo plazo.

Siguiendo estos consejos y manteniendo un cuidado regular, tu vitrocerámica debería proporcionarte un servicio fiable y duradero.

No queremos dárnoslas de manitas. Reparar una vitro no es lo mismo que colgar un cuadro o que arreglar la pata de una silla. Hablamos de componentes eléctricos con su complejidad inherente y su potencial peligro para la salud.

¿Tienes alguna duda a la hora de proceder? Antes de hacer nada, si no estás del todo seguro llama a un técnico. El sobrecoste compensará cualquier otro susto que puedas llevarte por pasarte de listo.

En EnergyGO queremos que conozcas todas las cualidades de tus electrodomésticos para que hagas un uso inteligente de tu energía. Si quieres más información sobre nuestras tarifas y servicios, llámanos al 900 622 715 o visita nuestra web.

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