Hay muchas prácticas con efectos negativos para el medio ambiente, pero eso no quiere decir que haya que pararlas directamente. Los desafíos que tenemos para combatir el cambio climático implican gestionar de forma sostenible este tipo de prácticas, como es el caso de la minería.
La minería sostenible es un concepto muy prometedor dentro de la protección del medio ambiente. Y por eso vamos a explicarte en qué consiste, a qué desafíos se enfrenta y con qué soluciones, además de algún ejemplo de minería sostenible.
Como en todas las iniciativas que promueven el respeto con el medio ambiente, se tratan de procesos a medio-largo plazo. Las medidas deben ser implementadas poco a poco para favorecer una transición ecológica satisfactoria.
Es muy importante que los ciudadanos reivindiquen y apoyen la toma de medidas sustentables para combatir el cambio climático. Así se favorecerá la implementación de más medidas, proyectos y normativas responsables con el medio ambiente.
La minería sostenible consiste en el desarrollo de recursos minerales y energéticos de un país, centrándose en maximizar los beneficios económicos y sociales a la vez que se minimizan los impactos ambientales negativos.
Esta práctica implica medidas que minimicen el impacto ambiental de la actividad minero. Esto implica la correcta conservación de la biodiversidad, la restauración de áreas afectadas por la minería y una gestión adecuada de los residuos y emisiones generados.
Además, se busca limitar las tasas de extracción minera que no afecten a las necesidades potenciales de las generaciones futuras. Todo ello se hace para reducir los efectos negativos de esta práctica en el medio ambiente, algo que nos beneficia a todos.
Como seguramente la sepas, la minería es una práctica muy invasiva que ocupa todo un territorio, muchas veces modificando su geografía negativamente. Vamos a explicarte alguno de las mayores problemas dentro de la actividad minera.
Uno de los principales es el deterioro de la calidad y la cantidad de agua. Hay que tener en cuenta que el agua se usa en los procesos de exploración, explotación y concentración mineros. Pero durante el proceso, se pierde mucha cantidad de materia mientras que los químicos contaminan en agua.
Otro gran problema es el cambio de paisajes. Es el caso de los cambios en la dinámica fluvial, ya que éste puede sufrir alteraciones por la actividad minera, aumentando el riesgo de inundaciones en la zona. A esto se suma el gran consumo de energía y recursos (como el agua).
Hay que tener en cuenta que diversas circunstancias adversas pueden para la actividad pueden suponer un gasto de recursos aún mayor. Y a esto hay que sumar la problemática de la producción de desechos y residuos industriales. Estos pueden ser acuosos, sólidos en pasta.
Por último, también hay que mencionar la minería ilegal, ya que estando al margen de la ley no se aseguran los estándares técnicos mínimos necesarios. Esto pone en peligro tanto la vida de los trabajadores como el estado del medio ambiente.
Para combatir las actividades y los efectos nocivos de la minería tradicional, hay diversas soluciones que pueden ponerse en marcha. Obviamente se tratan de medidas preventivas u orientas a una resolución a largo plazo, pero cuanto antes se inicien mejor para el medio ambiente.
El uso de aguas recicladas es una gran forma de reducir el uso de agua. Almacenar recursos hídricos y “reciclarla” para poder reusarla en proyectos industriales es una muy buena iniciativa. Otra manera de desarrollar de forma sostenible la minería es la creación de planes de contingencia.
Un gran problema de la minería es el cierre de las minas que han cesado su actividad. Pero la solución es llevar a cabo el proceso de forma sostenible para regenerar el ecosistema de la zona. El empleo de tecnologías avanzadas también puede reducir el impacto nocivo de la actividad minera.
Por último, es muy importante la constante optimización de recursos y energía. Para ello es necesario un estudio previo del impacto ambiental que indique las medidas y estrategias que deben emplearse para respetar el medio ambiente de la zona.
En Chile, la industria minera conforma una parte esencial de la economía, siendo el 10% del PIB del país y más del 50% de sus exportaciones (mayormente de cobre). Y durante los últimos años, el gobierno ha implementado regulaciones para promover la sostenibilidad.
Es el caso de la “Ley de Cierre de Faenas e Instalaciones Mineras y la Política Nacional Minera”. Esta normativa busca la neutralidad del carbono para 2040. El enfoque principal del gobierno es la eficiencia energética, la reducción de emisiones de efecto invernadero y la gestión del agua.
No es la única iniciativa, ya que existe el plan de carbono neutral a 2050 de Codelco y los Pelambres de Antofagasta Minerals, donde emplean energías 100% renovables para el suministro eléctrico, prescindiendo de los combustibles fósiles.
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