Tipos de combustibles y cuál es más sostenible: guía completa

12 Agosto 2024 13:00
Tipos de combustibles y cuál es más sostenible: guía completa

¿Qué tipos de combustibles existen y cuál es más sostenible? Cada vez son más los consumidores que se hacen esta pregunta, inmersos en la búsqueda de soluciones que les ayude a encontrar la alternativa más limpia y barata contra el cambio climático. Por eso, aquí te dejamos una guía completa con todas las respuestas que necesitas.

Si bien podemos encontrar una amplia variedad de combustibles, en este artículo veremos en detalle cuáles hay, sus características, ventajas y algunos consejos para que elijas la opción más ecológica.

Tipos de combustibles y cuál es más sostenible: guía completa

Dependiendo de cuál sea su origen, estado físico o usos que podamos dar a los combustibles, los clasificaremos en varias categorías, como te explicaremos en las próximas líneas.

  • Según su origen

En primer lugar, según el origen que tengan los combustibles, estos pueden ser renovables y no renovables. Los últimos son los fósiles de toda la vida y, por lo tanto, los que más contaminan el medioambiente.

Combustibles fósiles

Carbón, petróleo o gas natural son los combustibles fósiles más comunes que todos conocemos. Como su propia palabra indica, no son renovables porque son limitados. Para colmo, su consumo es demasiado elevado y no hay suficientes combustibles fósiles en nuestro planeta para abastecer a toda la población.

Esto no es todo, ya que su combustión genera una cantidad inmensa de gases contaminantes de efecto invernadero. Eso significa que su acumulación en la atmósfera provoca numerosos daños, como el aumento de las temperaturas y otros fenómenos atmosféricos extremos: sequías prolongadas, lluvias torrenciales, etc.

Combustibles renovables

A diferencia de los combustibles fósiles o no renovables, estos se generan a partir de materias primas renovables: energía solar, agua, viento... Aquí también se incluyen residuos orgánicos como madera, algas marinas, papel o caucho natural, entre otros.

Otro ejemplo de combustible renovable es el hidrógeno verde y el azul. Según la Comisión Europea, ambos tipos de hidrógeno son renovables y sostenibles porque proceden en un 90% de energías limpias. También se consideran bajos en carbón, ya que emiten menos del 70% de gases de efecto invernadero.

Concretamente, el hidrógeno verde es el que tiene un impacto medioambiental más positivo, dado que produce cero emisiones de dióxido de carbono o CO2. Además, este se obtiene a partir de la electrólisis del agua, un proceso químico a través del cual pasa la corriente eléctrica por agua.

Por todo ello, se trata de una de las alternativas más respetuosas con nuestro planeta y que pueden ayudarnos a combatir el calentamiento global. Dentro de los combustibles renovables, se pueden clasificar en dos: los biocombustibles y los sintéticos. Estos últimos todavía se encuentran en desarrollo, pero vale la pena conocerlos.

Biocombustibles

Se conocen como biocombustibles aquellos que se generan a partir de residuos orgánicos, como aceites de cocina ya usados, cáscaras de frutos secos y otras sustancias de origen vegetal. Lo que se busca es evitar que se conviertan en desechos y reutilizarlos como la principal alternativa de los combustibles fósiles.

Como veremos después, este tipo de combustibles están destinados a diferentes usos, ya sea la producción de calefacción y de electricidad como carburantes para motores de vehículos. A su vez, dentro de los biocombustibles tenemos el biodiésel, biogás y etanol.

Todos ellos son muy beneficiosos para el medioambiente, ya que contribuyen a la sostenibilidad medioambiental y disminuyen la dependencia de los combustibles fósiles. Además, estos ayudan a estabilizar el abastecimiento de combustible para numerosos países del mundo.

Combustibles sintéticos

Por su parte, los combustibles sintéticos no son naturales. Por eso son sintéticos. Sin embargo, su proceso de obtención es muy respetuoso con el medioambiente, pues únicamente se necesita CO2 y agua.

Este se realiza a través de un proceso de transformación química, donde se separa el hidrógeno del agua y se combina con dióxido de carbono capturado de la atmósfera. Así es como se crea un combustible mucho más sostenible que otros como la gasolina o el gasóleo. Estos también son sintéticos, pero ya se considerarían fósiles.

La peculiaridad de los combustibles sintéticos es que todavía no están disponibles en el mercado. Lo bueno es que ya están desarrollándose experimentos para conocer en profundidad cómo funcionan. Así que tal vez, en un futuro próximo, fabricar este tipo de combustibles renovables será una realidad.

  • Según su estado físico

Por otro lado, según el estado físico que tengan los combustibles fósiles, estos pueden ser sólidos, líquidos o gaseosos. Al igual que el agua, cada estado físico tiene unas características muy concretas, unas ventajas y, en función de todo ello, podremos darle unas aplicaciones u otras.

Sólidos

Los combustibles sólidos son compactos, como el carbón, la biomasa o la madera. Todos ellos son fundamentales para producir energía, aunque en el caso del carbón hablaríamos de un combustible fósil, mientras que la biomasa y la madera pueden utilizarse como fuentes de energía limpias y renovables.

Líquidos

A temperatura ambiente, los combustibles líquidos se caracterizan por adoptar este estado. El petróleo es el más conocido de todos y se utiliza para producir diésel, gasolina o queroseno, entre otros.

Tipos de combustibles y cuál es más sostenible: guía completa

Aunque todos ellos han sido muy eficientes a lo largo de la historia para satisfacer nuestras necesidades, no son renovables. Además, estos son muy contaminantes y su uso no ayuda precisamente a combatir el cambio climático. Por ello, queremos depender cada vez menos de los combustibles fósiles.

Gaseosos

Por último, tenemos los combustibles gaseosos. El gas natural, el butano o el gas licuado de petróleo son algunos de los más utilizados, tanto para diferentes medios de transporte como el hogar y la industria.

  • Según usos y aplicaciones

Para cerrar, hablaremos de los tipos de combustibles que hay en función del uso que hagan los consumidores, ya sea calefacción, transporte o para la producción de electricidad en hogares e industrias.

Calefacción

Uno de los combustibles que más se utilizan para calefacción es el gas natural, aunque en los últimos años se ha comenzado a apostar mucho más por fuentes de energía renovables. Por ejemplo, la biomasa se ha vuelto muy popular, pues solamente se necesitan materias orgánicas, como pellets y madera.

Electricidad

Para producir electricidad, el combustible más usado por excelencia sigue siendo el gas natural, además del carbón. No obstante, la gran apuesta del presente y del futuro ya es la energía solar, la eólica e incluso la hidráulica y mareomotriz, pues son sostenibles y 100% limpias con el planeta.

Transporte

En cuanto al transporte, los tipos de combustible más utilizados son la gasolina y el diésel. Como ya sabrás, ambos tienen su origen en el petróleo. Mientras que la gasolina suele utilizarse en coches y otros vehículos ligeros, el diésel se usa sobre todo en medios de transporte más pesados, entre los que también está el coche.

Aquí también tenemos que destacar el gas licuado de petróleo o GLP, que se obtiene de la combinación del gas butano y propano, una alternativa muy sostenible con el medioambiente.

Pero ¿qué tipo de combustible es más sostenible? Por supuesto, los combustibles renovables, ya que no contaminan tanto como los fósiles y, por lo general, la mayoría de ellos, como la energía solar o la eólica, son ilimitados.

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