El precio de la luz no para de subir y cada día tenemos más presente el consumo energético. Como es lógico, en los periodos vacaciones no solemos estar en casa y por tanto, pensamos en cómo reducir las facturas.
Seguro que has escuchado a tu madre decir alguna vez “no dejes nada enchufado que nos vamos y gasta”. Pues realmente tiene razón, todos los aparatos eléctricos gastan incluso cuando no “hacen nada”. Por eso es recomendable desenchufar la tele, el router, las lámparas…
Por el contrario, existen algunos electrodomésticos que sí ven afectada su vida útil y su eficiencia. Al irte de vacaciones durante un periodo de tres semanas o más pensarás que es mejor vaciar la nevera y desconectarla porque “gasta un montón”.
Bueno, pues aquí vamos a ver si realmente es mejor desenchufarla o dejarla vacía pero encendida.
El "frigo" es el rey del gasto en tu casa, eso lo sabemos todos. No es que necesite excesiva potencia para funcionar, pero está encendido “24/7”. Según el estudio del IDAE, el gasto que hacen la nevera y el congelador es casi el 19% (de media) del gasto en electricidad de una vivienda.
Por tanto, es normal que te surjan dudas acerca de si apagarlo o dejarlo encendido mientras te vas unos días, semanas o incluso meses fuera de casa. Es el único electrodoméstico al fin y al cabo que quedará encendido y el único que consuma.
Desde ElDiario.es se pusieron en contacto con una famosa marca de fabricantes de electrodomésticos de esta categoría para despejar estas dudas y aquí te traemos las conclusiones más importantes.
Según los expertos de Balay, no es aconsejable que se ande apagando y encendiendo el frigorífico. Esto causa que el gas que usa se desestabilice y después, al volver a encenderlo no tenga la misma eficiencia.
Pero este consejo no se reduce solo a las vacaciones. Para ellos, intentar no desconectarlo es lo mejor que puedes hacer. Incluso en una mudanza, si es el último electrodoméstico en desenchufar, mejor.
Aun así, si te pasas mudándote cada seis meses de una casa a otra y te llevas la nevera, es posible que no pase de la cuarta casa. Por tanto, no ellos no aconsejan para nada apagar la nevera cada vez que te vayas de casa por unos días.
Puede que la cosa cambie en caso que, por ejemplo, te vayas durante un mes de casa y tengas la nevera y congelador medio vacío. Siempre que el tiempo que estás fuera sea mínimo de tres semanas, puedes apagarlo. Aun así se recomienda como máximo una vez al año.
Para aquellas personas que tengan un frigorífico que sea moderno y tenga un control diferente para la parte “nevera” y la parte “congelador”, sí que puedes reducir la temperatura y así consumir menos pero sin llegar a desconectarlo (al menos el congelador).
Ten en cuenta que, si espacio ocupado por los cajones del congelador llegan a una temperatura similar a la del ambiente, volver a los -18 grados, va a ser difícil y costoso.
Por tanto, se puede decir que los expertos no recomiendan para nada apagarlos porque afectan negativamente en la vida del aparato. Además, tener el frigorífico vacío hace más fácil el mantenimiento de la temperatura y el consumo será mucho más bajo.
Sin embargo, si tienes algún alimento guardado en su interior, no es recomendable subir la temperatura para “ahorrar” porque verás cómo se acorta la vida de tus productos congelados. En cuanto a la nevera, lo ideal (si no hay nada dentro) es subirlo a 14 -16 grados.
Ahora que tienes toda la información, si decides desenchufar tu frigorífico porque no tienes posibilidad de poner el modo “vacaciones”, subir la temperatura o vas a estar más sin volver a tu casa durante un periodo mayor a tres semanas, antes sigue estos consejos.
Siempre, pero siempre, vacía el interior de la nevera y el congelador. Lo mejor es organizarte de tal forma que vayas consumiendo esos alimentos sin necesidad de seguir comprando y así tirar lo menos posible.
Lo que puede ocurrir si no hacemos esto, es que al volver haya un olor fortísimo dentro (o que incluso se aprecie en toda la cocina) y todos los productos estén podridos con bacterias y microbios.
Una vez vacía, aprovecha para limpiar bien los cajones y los recovecos que hay en la puerta. Aunque sea un engorro no te lleva más de 15 o 20 minutos. El método más recomendable es con un trapo limpio y vinagre.
Echa un chorro en el interior de los compartimentos y pasa el trapo por todas las paredes para expandir el líquido. De esta forma, limpiarás y secarás al mismo tiempo los cajones.
Haz lo mismo con las esquinas, juntas de goma y cualquier rincón como donde están posadas las baldas. Tras dejar todo limpio, abre las puertas y déjalas de tal forma que no se cierren para evitar la acumulación de humedad.
En el caso de que no sigas este proceso, es altamente probable que cuando vuelvas a tu casa después de unas placenteras vacaciones hayas ahorrado energía, pero a qué precio. El mal olor te hará cambiar de idea.
Por eso, lo mejor es evitar desconectar la nevera y/o el congelador a menos que esté completamente vacío. Y aun así, solo en los casos que te hemos señalado antes.
Un último consejo, pero igual de importante. No apagues el frigorífico tirando del enchufe, esto puede que cause daños en el cable o incluso algún pequeño calambre, además que moverás el “combi” y eso puede hacer que se agite el gas compresor al volver a conectarlo.
Lo mejor que puedes hacer es ir al cuadro de luces de tu casa, localizar dónde está la fase de tu cocina (o espacio en el que esté la nevera) y bajar el piloto.
Para reducir de verdad el consumo de tu factura a final de mes sin preocuparte de desenchufar tus electrodomésticos, vente con EnergyGO. Entra a nuestra web o llama al 900 622 700 y deja que te informemos.