En una casa puede ocurrir cientos de incidentes que tienen que ver con las averías eléctricas. De hecho, lo más común es que se estropee algún electrodoméstico, se funda una bombilla o que se salten los plomos y no sepamos por qué.
Como es algo muy común y que encima nos puede dejar sin luz durante un rato, lo mejor es que conozcamos cuáles son los más típicos y cómo solucionarlos.
Una avería de este tipo es lo más molesto que hay porque, por suerte o desgracia, hoy en día necesitamos la luz para prácticamente casi todo. Pero no siempre tiene por qué ser grave ni tardar mucho en solucionarse.
Ten en cuenta que estos problemas y las soluciones que te sugerimos no son profesionales. Por ello, en caso de ser una avería grave, lo mejor es que contactes con un electricista o servicio técnico.
Aquí recopilamos los fallos más comunes y a continuación te explicaremos cómo solucionarlos.
La más conocida por todos. En tu casa hay una potencia eléctrica tope contratada y en el momento que sobrepasa, automáticamente se activan los fusibles. Esto se produce por el aumento de tensión en la luz y sirve para proteger tu hogar y la seguridad de los que hay dentro.
Suele ocurrir en los momentos que enchufamos más aparatos eléctricos de los que debemos porque queremos hacerlo todo a la vez.
Otro motivo puede ser que conectemos un electrodoméstico con demasiada potencia. En ese momento el ICP saltará y nos quedaremos sin luz.
Esta avería es también muy común en nuestros hogares. Hacen saltar el interruptor diferencial del cuadro eléctrico y corta la luz del hogar. Uno de los fallos más habituales es que el agua entra en contacto con la resistencia.
Por tanto, como antes, para garantizar tu seguridad, se interrumpe el paso de electricidad y así se evitan cortocircuitos o problemas de mayor gravedad.
En la mayoría de las ocasiones esta avería tiene que ver con la antigüedad de los cables que hay instalados en la red. Estos son los que transportan la electricidad desde el punto en el que se genera hasta donde se consume.
El deterioro vuelve a ser el causante de otra avería más en el hogar. Es bastante común porque con el paso del tiempo los materiales se desgasten y dejen de proteger como deberían la instalación eléctrica.
La falta de mantenimiento es la causa principal y se da con más asiduidad en los electrodomésticos más antiguos. Una señal de esto es el famoso (y peligroso) chispazo que puede dar el enchufe al tocarlo.
Uno de los más conocidos. Es un aumente fuerte e inesperado de la intensidad de la corriente eléctrica que puede causar incluso incendios en nuestro hogar si la instalación no está en correctas condiciones.
Entre las causas principales de un cortocircuito puede estar un deterioro de los cables, una tormenta eléctrica, el recalentamiento de un enchufe o que se estropee la resistencia de un electrodoméstico.
La avería más general que puede darse ya que afecta a todos los puntos de la casa. Puede deberse a muchos factores y no tienen porque ser culpa nuestra. Un accidente de tráfico o mal tiempo que haya tirado un poste de la luz por ejemplo pueden ocasionar este problema.
En este caso, lo único que podemos hacer es tener paciencia y esperar a que los operarios y técnicos pongan una solución.
Aunque esta no es en sí una avería ni fallo en nuestra red eléctrica, si que el efecto es el mismo: nos quedamos sin luz durante un tiempo determinado.
Es cierto que es más seguro porque está controlado por la compañía y suele realizarse para mejorar el servicio, pero asusta igual.
Ten en cuenta que normalmente se avisa de los cortes mediante un cartel en zonas comunes del edificio. Por tanto, intenta que durante ese tramo del día tu dependencia de la energía eléctrica sea mínima.
La subida de tensión es la avería más fácil de solucionar. Simplemente necesitas apagar o desenchufar alguno de los electrodomésticos que sepas que consume mayor cantidad de energía.
Además, baja los plomos y espera unos segundos hasta volver a conectarlos. Hazlo de derecha a izquierda dejando para el final el interruptor general.
Si el problema persiste, entonces habrá que ponerse en contacto con un electricista cualificado que haga una revisión a fondo.
Por otra parte, si la luz vuelve, pero el ICP salta a menudo, lo mejor será aumentar la potencia contratada llamando a tu compañía.
Para los problemas que tengan que ver con los cortocircuitos o fallos en el sistema de cables directamente contacta con un técnico profesional para que no acabe en un mal mayor como puede ser un incendio.
Asegúrate que el electricista revise bien toda la instalación eléctrica por si hay que cambiar algún cable, varios o directamente todo el circuito de la casa.
En caso de que sospeches que un electrodoméstico en concreto es el culpable, lo mejor es que pruebes a desenchufar solo ese y volver a subir los plomos. Si todo vuelve a la normalidad, ya sabemos dónde está el fallo.
Como estas acciones son complejas y requieren conocimientos en electricidad, lo mejor es que no te arriesgues y llames a un profesional.
Ten en cuenta que la visita de un operario cualificado a tu hogar no es gratis (a menos que la cubra tu seguro del hogar). El desplazamiento, la mano de obra y las piezas corren por tu cuenta.
Además, si requieres de sus servicios un día festivo, por la noche o en fin de semana, la tarifa como comprenderás, no es la misma. Por tanto, valora mejor contratar un servicio extra para cubrir estos gastos con tu compañía aseguradora del hogar.
Para no sufrir estos imprevistos, lo mejor es que tengas un servicio seguro, fiable y si es 100% nacional qué mas pedir. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 y deja que desde EnergyGO te echemos un cable a la hora mantener en perfecto estado la instalación de tu hogar.