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Calderas de leña: consumo, precio y funcionamiento
8 minAunque se las asocia con la contaminación, las calderas de leña son tan buena opción como cualquier otra dentro del mundo del biocombustible.
No hay ahorro en calefacción posible si no se tienen unos conocimientos mínimos sobre la caldera. Es poco elegir la que tiene la mejor etiqueta de eficiencia energética o la tecnología de condensación de ultimísima generación.
Esto lo decimos porque, aunque se suele tener un control adecuado sobre el termostato, luego no tenemos ni idea de cómo configurar la caldera para que consuma lo que tiene que consumir sin caer en despilfarros innecesarios.
Nos referimos a realizar los ajustes necesarios para estar cómodos en casa y al mismo tiempo no obligar al sistema a sobresfuerzos que deriven en un mayor gasto energético. Ah, y no, no vale con leerse las instrucciones de la caldera.
Ahí el fabricante indicará los parámetros que hay que mantener para proteger el dispositivo; no pensando en que los clientes puedan ahorrar dinero en calefacción. Dicho eso ¿cuál es la temperatura ideal de la caldera de agua sanitaria? ¿Y de la mixta?
Aunque no lo creas hay recomendaciones generales que sirven para casi todos los casos. Obviamente, las sensaciones térmicas siempre son subjetivas, pero si lo dice IDAE, habrá que confiar ¿no?
Lo explicamos haciendo referencia a la caldera de ACS, pero como hemos dicho también aplica para las calderas mixtas. Al fin y al cabo seguimos hablando de la misma aplicación energética.
Pues bien, si te acercas a la caldera, en la pantalla deberías ver tres datos/iconos; la configuración actual y la temperatura de la calefacción y del agua caliente sanitaria. Lo normal es que con el botón "Mode" puedas variar entre una cosa u otra, o las dos al mismo tiempo.
¿A qué temperatura pongo el agua de la caldera? ¿Y la de los radiadores? De acuerdo con IDAE, deberíamos mantenernos siempre en estos márgenes:
Suelo radiante: Entre 35ºC y 45ºC. En ningún caso debería superar los 50ºC.
Fancoils: Entre 50ºC y 60ºC.
A este último respecto, aquellos modelos que cuentan con depósitos de almacenaje adheridos necesitan una temperatura superior porque el esfuerzo a realizar es algo más intenso; tienen que calentar el intercambiador para preparar ese ACS.
Ojo, que esto no significa que el agua que salga por el grifo vaya a estar a 50 grados. Te abrasarías si fuera así. Lo que indica es que, por un lado esa es la temperatura máxima que puede alcanzar, y por otro que el ACS sale a dichos grados de la caldera.
Siempre se consideran pérdidas térmicas por la propia convección de los tubos que transportan el agua. Cuando llega al perlizador que has instalado para ahorrar ya ha perdido unos cuantos grados. ¡Perfecta para utilizarla!
Basta con acercarse a la caldera y manipularla mediante los botones táctiles o físicos que tenga junto a la pantalla. Lo habitual es que tanto en el apartado de la calefacción como del ACS haya un botón "+" y otro "-". Cuidado con dejarlo pulsado porque podrías desconfigurarlo.
Mucho cuidado porque esto sirve para cambiar la configuración de la caldera, no variar la temperatura de la calefacción. Para eso siempre debes acudir al termostato que tengas en casa o la app vinculada mediante wifi si cuenta con esta tecnología.
El sistema está preparado de tal forma que no tengas que manipular el sistema todos los días. Limítate a toquetear la ruletita de la temperatura y listo. Otra cosa ya es que tengas algún tipo de avería y ya empieces a probar cosas para arreglarlo.
Aquí sí que nos referimos únicamente a los grados marcados en el termostato. La temperatura ideal de la calefacción va a depender de los metros cuadrados, del frío que haga en la calle y hasta de la calidad del aislamiento. ¿Vive algún anciano o niño? Más varía.
Tal y como indica IDEA, las personas nos encontramos cómodas con una temperatura ambiente de entre 19 y 21ºC. Lo ideal es que los radiadores se encuentren siempre proporcionando un calor cercano a ese rango.
Ten en cuenta que por cada grado que subes la temperatura, incrementas ¡un 7% el consumo de energía! Por eso si estás algo incómodo siempre es recomendable antes ponerse una chaquetita.
En la ducha tres cuartos de lo mismo. Imagina que hace mucho frío y que te acabas de levantar de la cama algo destemplado. Podrías caer en la tentación de ir a la caldera para subir la temperatura del agua caliente sanitaria. ¡Supermegaerror!
Se considera que aumentar el esfuerzo hasta los 60 o 70 grados puede llegar a disparar el consumo hasta un 40%. Esto sería fatal para lo que terminarías pagando a final de mes. No olvides que en torno al 7,5% de toda la energía que consumimos corresponde al ACS.
Para evitar este tipo de cosas y además se respetuoso con el medioambiente, no te queda más que apostar por fuentes de energía limpias. En EnergyGO te ofrecemos la electricidad 100% limpia y nacional que necesitas. Entra en nuestra web o llama al 900 622 700 y date una buena ducha.