El Interruptor General Automático es un componente que está presente en todas las instalaciones eléctricas y en todos los cuadros eléctricos. Su misión es proteger a la vivienda o al edificio en el que se encuentre ese cuadro eléctrico de cualquier sobrecarga o cortocircuito y su presencia es obligatoria.
Un aspecto que hay que tener en cuenta es que un cortocircuito en una instalación eléctrica puede ser la causa de un incendio que podría terminar causando importantes daños materiales y personales. Esta circunstancia genera que la presencia de este componente sea obligatoria. Además, el interruptor general automático tiene sus propias siglas que son IGA, un acrónimo que permite identificarlo fácilmente.
El interruptor general automático tiene la función básica de cortar el suministro eléctrico de forma automática cuando detecta que hay un exceso de potencia. No hay que olvidar que ese exceso puede poner en peligro a la instalación y a todo el entorno que rodea a la misma.
A pesar de que el interruptor general automático es un elemento que garantiza la seguridad, hay momentos en los que conviene desactivarlo o tenerlo apagado. Uno de ellos tiene lugar cuando se cambia o se arregla cualquier elemento que esté presente en una instalación eléctrica. Cuando esto sucede, el suministro queda interrumpido y se evitan posibles accidentes.
También se recomienda tenerlo desactivado cuando los habitantes de una vivienda van a estar ausentes durante un largo periodo de tiempo. El motivo es que al tenerlo apagado el consumo de los aparatos a los que está asociado el IGA es prácticamente nulo.
Generalmente, el interruptor general automático IGA está ubicado al lado del interruptor de potencia y desde el año 2002, tiene una apariencia formada por un mínimo de tres bloques. En lo que respecta a los anteriores a ese año, no tienen una apariencia concreta al no estar estandarizados. Finalmente, en el interruptor general automático destaca su símbolo que está formado por una línea recta en la que aparece un aspa.