Si el sol calienta sin necesidad de más energía que la aportada por los rayos IR, ¿por qué no hacer lo mismo con los sistemas de calefacción domésticos? Al hablar de climatización, solemos centrar la conversación en el gas, y nos olvidamos de la interesante calefacción por infrarrojos.
Aunque no es una tecnología muy extendida en el mercado, la realidad es que resulta ser una de las más interesantes a la hora de necesitar un aporte térmico específico en estancias especiales como baños, terrazas o espacios públicos con necesidades físicas de espacio.
¿Nunca habías oído hablar de ella? Es normal. El bombo y platillo que se le está dando a la aerotermia, la geotermia y los biocombustibles, están solapando el resto de alternativas de calefacción totalmente sostenibles. Y ahí entra la mencionada calefacción por infrarrojos.
En este artículo te queremos contar cómo funciona, cuánto cuesta su instalación y hasta qué punto es sostenible teniendo en cuenta que hay opciones ya en el mercado con una altísima eficiencia.
Si no hay combustión no hay contaminación. Partiendo de esa premisa, la calefacción por infrarrojos se apoya en el mismo principio que las energías renovables, imitando un sistema físico que opera en la propia naturaleza desde hace miles de millones de años.
La mayoría de sistemas de calefacción del mercado —los radiadores que tenemos todos en casa— funcionan mediante convección. Es decir, que calientan el aire a su alrededor para que este se encargue de elevar la temperatura de las estancias.
Tipo | Longitud de onda | Frecuencia (Hz) | Energía fotónica (eV) |
Rayos gamma | menos de 0.01 nm | más de 30 EHz | más de 124 keV |
Rayos X | 0.01 nm – 10 nm | 30 EHz – 30 PHz | 124 keV – 124 eV |
Ultravioleta | 10 nm – 400 nm | 30 PHz – 790 THz | 124 eV – 3.3 eV |
Luz visible | 400 nm – 700 nm | 790 THz – 430 THz | 3.3 eV – 1.7 eV |
Infrarrojos | 700 nm – 1 mm | 430 THz – 300 GHz | 1.7 eV – 1.24 meV |
Microondas | 1 mm – 1 m | 300 GHz – 300 MHz | 1.24 meV – 1.24 μeV |
Radio | 1 m – 10,000 km | 300 MHz – 30 Hz | 1.24 μeV – 124 feV |
La calefacción por infrarrojos no actúa sobre el aire. Lo que hace es transmitir ondas electromagnéticas idénticas a la radiación IR del Sol. Son esas ondas situadas a la izquierda de la luz visible, capaces de calentar objetos de forma inofensiva.
Para ello, claro, se apoya en la electricidad. Sin embargo su finalidad es del todo diferente. La calefacción por infrarrojos, en lugar de calentar el aire, lo que hace es calentar directamente muebles, paredes, techos y personas. ¿Cómo entonces se eleva la temperatura de las estancias?
Muy sencillo, al igual que el aire caliente transmite su temperatura a los objetos más fríos por intercambio de calor, los elementos afectados por los IR devuelven ese exceso de temperatura al ambiente. Vamos, un proceso inverso con efectos idénticos a los que ya conocemos.
Las placas del emisor reciben la corriente eléctrica y comienzan a generar las ondas electromagnéticas que calentarán. Recordemos que las partículas cargadas interactúan intercambiando fotones. Eso es lo que nos da la temperatura buscada.
El sistema de calefacción por infrarrojos se divide en distintas tipologías de aplicación dependiendo de los rayos IR empleados. Lo más importante que has de saber es que, a mayor longitud de onda, menor capacidad térmica.
Bueno, pues depende un poco del clima que haya en el lugar de residencia, de los metros cuadrados de la vivienda, y, claro, del tipo de estancia. La calefacción por infrarrojos, por ejemplo, es la única de tipo eléctrico permitida en baños por el REBT.
Para utilizar corriente en un espacio húmedo como este, el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión impone unos mínimos de seguridad que solo puede cumplir la tecnología de infrarrojos cuando se sitúa en techos.
Dejando eso de lado, si estás pensando en instalar calefacción por infrarrojos como apuesta térmica principal para tu hogar, lo más importante es que sepas manejar la cuestión crítica de la instalación: redimensionar.
El precio de la calefacción por infrarrojos va a estar siempre sujeto al espacio que necesites calentar. Y es que no es lo mismo colocar un emisor para el baño que planificar todo un sistema de aparatos distribuidos por las distintas estancias del hogar.
A nivel técnico, antes de colocar nada se suele proceder a dimensionar de forma correcta la estancia. Esto es, a calcular las necesidades energéticas concretas para evitar despilfarros y peligros para la salud (la exposición prolongada a onda corta quema).
Para hacerlo en casa vas a necesitar encontrar muchos datos técnicos que quizás no tengas a mano. Por eso es recomendable dejárselo a los profesionales cualificados. Eso, o apostar como calculadoras gratuitas como la que ofrece ElectricSun.
Por lo demás, debes tener en cuenta que las placas de la calefacción por infrarrojos funcionan de forma independiente unas a de otras, y que basta con anclarlas a la pared o al techo, y conectarlas a la corriente, para ponerlas en marcha.
Lo recomendable es orientarlas en un ángulo de 45 grados para que cubran el mayor espacio posible, y mantenerlas, al menos, a tres metros de distancia de los objetos. Excederse mermará la capacidad térmica, y sobrepasarse generará malestar. ¿El mejor sitio para ponerlas? Siempre el techo.
Desde habitissimo aseguran que el precio medio de la instalación de la calefacción por infrarrojos es de 1840 euros. Esta cifra se obtiene a partir de una media con muchas operaciones reales.
Concepto | Precio | Características |
Instalación en casa unifamiliar | 2400 € | 120 m² |
Instalación en piso | 1600 € | 90 m² |
Instalación en nave industrial | 4500 € | 500 m² |
Colocación del panel de calefacción por infrarrojo en techo | 400 € | 0,5 x 0,5 m |
Colocación del panel de calefacción por infrarrojo en pared | 300 € | 0,5 x 0,5 m |
Partamos de un dato chocante: la calefacción por infrarrojos es capaz de transformar el 95% de la potencia eléctrica en radiación térmica. Es decir, que apenas desperdicia energía en el proceso de funcionamiento.
No hay datos claros del ahorro concreto que ofrece este tipo de tecnología, pero los fabricantes sitúan el recorte de la factura entre el 50% y el 70%. Hemos de recordar que la electricidad para calefacción siempre es más cara que el gas.
De todas formas, más allá de la placa y de la potencia seleccionada, el beneficio económico te va a llegar en casi todos los casos a través del termostato. Hay muchos tipos en el mercado y no todos son aptos para la tipología completa de viviendas y sistemas de calefacción.
En este mismo blog ya os hemos hablado muchas veces de la eficiencia y el ahorro que ofrecen las bombas de calor. Pero ¿son mejores que la calefacción por infrarrojos? A nivel de convección las primeras no tienen rival. Eso está claro.
La cuestión es que como la calefacción por infrarrojos actúa mediante IR, no necesita tanta potencia eléctrica instalada para funcionar. Por lo tanto, calentará lo mismo empleando menor cantidad de energía. Ahí ya tienes un buen aporte de ahorro.
A nivel práctico, donde las bombas de calor fallan —a temperaturas exteriores inferiores a 5 grados—, las placas por infrarrojos siguen ofreciendo un rendimiento excepcional. Y la cosa no termina ahí.
Hay que mencionar obligatoriamente la cuestión del confort. La bomba de calor reseca el ambiente y puede causar problemas respiratorios a largo plazo. La temperatura de la calefacción por infrarrojos es mucho más homogénea y no estratifica tanto el aire.
Es decir, que no genera diferencias de temperatura tan acusadas entre la estancia que está calentada y la que no. Como la bomba funciona por convección, el aire acumulado en la parte superior de la estancia puede terminar causando una sensación de agobio. Cosa que no pasa con la alternativa.
¿Hemos dicho ya que la calefacción por infrarrojos apenas necesita mantenimiento? Con unos cuantos tornillos vas a poder colocar y retirar las placas muy fácilmente. A esta comodidad se le une una gran ventaja en materia de eficiencia y sostenibilidad.
Como necesita muy poca electricidad para funcionar, sus emisiones de CO2 son menores que las de otros sistemas. Hablamos de un impacto medioambiental indirecto, porque la propia calefacción no genera ningún tipo de residuos.
¿Qué pasa con el reciclaje? Los aparatos tienen muy pocas partes móviles y por tanto soportan muy bien el paso del tiempo (95% de componentes reciclables). De hecho, lo normal es que la calefacción por infrarrojos tenga una vida útil muy superior a la de la calefacción por gas o sus alternativas eléctricas.
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