Cómo ahorrar energía con los grifos termostáticos

06 Julio 2022 13:00

El agua es uno de los bienes más preciados que tenemos en el mundo. Por eso nos comemos la cabeza para reducir su consumo cerrando grifos, duchándonos más rápido... En esa batalla los modelos termostáticos son los mejores aliados.

Los grifos de agua son un factor muy importante a la hora de mejorar la eficiencia energética de casa. La cantidad de caudal y su temperatura influyen en el consumo de electricidad del hogar.

Según la OCU, cada español consume alrededor de 120 litros de agua al día. Solamente 5 de ellos los utilizamos para beber, cocinar, lavarnos los dientes... Dentro de estos litros, la mayoría se van en duchas, la calefacción y riegos.

Para conseguir esa reducción de uso y gasto de energía te recomendamos el uso de grifos termostáticos. Con ellos tendrás controlado el caudal del agua y la temperatura de la misma. Son el complemento perfecto si tienes calentador eléctrico para el agua.

¿Qué son los grifos termostáticos?

Igual no has oído hablar de ellos nunca, pero estamos seguro de que sí los has visto. Son esos grifos que tienen una ruleta a cada lado; una para controlar la cantidad de agua que quieras que salga y otra para los grados.

Están diseñados para mantener la temperatura del agua constante y así evitar cambios que afecten sobre todo a nuestra piel. La regulación se lleva a cabo de manera automática escogiendo la cantidad de agua caliente y fría necesaria.

De fábrica estos dispositivos vienen regulados a 38 grados (la temperatura ideal para evitar quemaduras según los expertos). Aun así, si quieres cambiarla, puedes hacerlo con el mando del lateral solo girando la ruleta.

Suelen utilizarse en las duchas y bañeras, ya que aseguran un caudal y temperatura constante a la hora de hacer uso de los mismos.

Así, por ejemplo, si estamos bajo la alcachofa y alguien varía el caudal de agua fría porque abre el grifo del lavabo, no cambiará la temperatura ni la presión de nuestra ducha.

¿Cómo funciona un grifos termostático?

Estos grifos disponen de un regulador que contrae o amplia el flujo de agua caliente o fría cerrando los orificios que sean necesarios para llegar a la temperatura marcada.

Existen dos tipos de reguladores. Por un lado están las cápsulas con un alambre enrollado que sirve de resorte, y por otro, tenemos las cápsulas de parafina o de expansión de cera.

El mando de la temperatura, como indicamos más arriba, viene marcado en 38 grados centígrados. Si quieres modificarlo podrás hacerlo (pero solo hasta cierto nivel). Este tope viene marcado para proteger la piel del usuario.

mando grifo termostático

Algunos, los modelos más avanzados, hacen que circule agua fría en su interior para mantener la temperatura. Esto previene posibles quemaduras que podemos sufrir si tocamos el metal del grifo y este se encuentra a una alta temperatura.

¿Cuánta agua y luz ahorran los grifos termostáticos?

Los grifos termostáticos nos sirven para ahorrar agua y electricidad gracias al control de caudal y temperatura. ¿Lo mejor de todo? Que nos permiten esto casi sin tener que cambiar hábitos.

Ahorro de luz

Si utilizas un termo eléctrico para calentar el agua, los grifos termostáticos son tu mejor opción para reducir el gasto en tu factura de la luz. Según los fabricantes, aquellos modelos más completos consiguen ahorrar hasta un 17% de consumo eléctrico.

Calentador agua eléctrico

Para calcular el ahorro hemos escogido un calentador de agua eléctrico con capacidad de 80 litros (lo usual para 3-4 personas). Su consumo anual se aproxima a los 3375 kWh.

Si utilizamos un grifo termostático la cantidad se vería reducida hasta los 2801,25 kilovatios por hora (573,75 kWh menos). Traduciéndolo a dinero, cogiendo como referencia el precio de la luz de la última semana de junio de 2022 (0,352 euros), la cuenta quedaría así:

  • Gasto anual con grifo monomando: 3.375 x 0,352 = 1.118€
  • Gasto anual con grifo termostático: 2.801,25 x 0,352 = 986,04€

Ahorro de agua

Los grifos termostáticos ayudan a ahorrar agua por gracias a la posibilidad de ajustar la cantidad de agua que quieres utilizar. Si tomas una ducha de 10 minutos con un grifo clásico consumirás alrededor de 150 litros de agua.

En cambio, los modelos termostáticos consumen hasta un 15% menos de agua, por lo que las duchas diarias pasarían de 150 a 127,5 litros. No parece mucho, pero si calculamos el total mensual el ahorro sería de 675 litros de agua al mes.

Hablando de dinero, si tomamos como referencia la media del precio del agua según la UCO (1,95 € por cada 1000 litros), el gasto anual se reduciría en más de 15 euros al año por persona.

Tipos de grifos termostáticos

Dependiendo de su diseño y su función, existen varios tipos.

El diseño varía entre los de cápsula de parafina y los de resorte de alambre. Si compras uno de estos grifos termostáticos en una tienda de la Unión Europea, te aseguras que tengan el regulador de caudal y el botón para evitar quemaduras.

Según su función, tenemos grifos termostáticos para ducha y de bañera. Los primeros suelen ser de obra (incrustados en la pared). Los de bañera son fáciles de cambiar pero menos usuales.

Ventajas de usar grifos termostáticos

Estos modelos tienen una serie de ventajas que te pueden convencer a la hora de hacer el cambio:

Con los grifos termostáticos no tendrás que dejar el agua correr para que llegue a la temperatura deseada; encenderás y evitarás el desperdicio por el desagüe. Además, te permitirá controlar la cantidad que sale.

No tienes que estar manipulando el monomando o los dos grifos para ir controlando que no salga muy fría o que salga el agua con demasiada presión. Incluso si cierras el grifo, en cuanto lo vuelvas a abrir saldrá a la misma temperatura.

La comodidad es otro de sus puntos fuertes. Es tan simple como ajustar una vez la temperatura del agua y dejarla ya lista para las siguientes duchas. Además, imposibilita los cambios típicos de temperatura si alguno de los convivientes abre otro grifo.

La tranquilidad va de la mano con la anterior ventaja. Estar relajado porque sabes que no van a ocurrir accidentes que provoquen quemaduras o que de repente se cambiará el flujo del agua sin querer, no tiene precio.

¿Y qué hay de la amortización? ¿Qué pasa con su vida útil? Los grifos termostáticos están diseñados de manera eficaz con un material sintético en su interior para que no se quede incrustada la cal. Vamos, que son muy resistentes.

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