Tan sólo quedan unos cuantos leopardos de Arabia en el mundo, en zonas muy localizadas y con escasas posibilidades de reproducción y de supervivencia. ¿Sabes dónde habita, cuál es su origen o cuántos años vive este animal? En este post te ofrecemos una completa información sobre el leopardo de Arabia, una especie seriamente amenazada que podría desaparecer en apenas unos años.
El leopardo de Arabia, también conocido como leopardo árabe es un depredador menos conocido que otras subespecies de leopardo. Esto es así porque este felino, uno de los más bellos del reino animal, se encuentra en peligro de extinción.
Es uno de los animales más fuertes y temidos. Astutos, rápidos, cautelosos, ágiles, buenos trepadores... Su nombre científico es 'panthera pardus nimr', y es que, en realidad, es una mezcla entre el león y la pantera, por su tonalidad más parda.
Cada vez existe una menor población de esta especie animal. De hecho, es uno de los animales más amenazados del mundo, ya que en todo el mundo sólo existen unos 250 ejemplares, aproximadamente.
La caza furtiva y la falta de presas son las principales causas de que el leopardo de Arabia se encuentre en peligro de extinción.
Otra de las razones por las que existen tan pocos ejemplares de esta especie es que, al vivir en poblaciones separadas -son animales, generalmente, muy solitarios que sólo se unen a otros en las épocas de apareamiento- se encuentran en mayor peligro de desaparecer. Al no vivir en comunidad, la reproducción es mucho menor que la de otras especies que conviven en manada.
Además, la falta de una comunidad a su alrededor hace que sufran enfermedades congénitas y problemas genéticos que los condenan a encontrarse en vías de extinción debido a la escasa diversidad de ejemplares existente.
A todo eso hay que añadir la destrucción de su hábitat natural por los cambios en sus condiciones ambientales. De esto tiene la culpa el ser humano, que es quien destruye el entorno natural para ampliar ciudades, por ejemplo, igual que en el caso de la caza furtiva.
Y, en cuanto a la falta de presas que mencionamos al principio de este apartado, la caza también perjudica a sus presas, lo que les obliga a cazar animales de ganado para poder alimentarse. Los agricultores de las zonas en las que viven responden a esto protegiendo a su ganado, lo que significa la muerte de estos felinos.
Un leopardo tiene una esperanza de vida de entre diez y quince años. Pero ya adquiere una edad de madurez sexual entre los dos años y los dos años y medio, lo que significa que tiene al menos ocho años para reproducirse. El problema es que, en los pocos nacimientos que se producen, los cazadores furtivos son más rápidos que su capacidad para crecer y reproducirse.
En el caso del leopardo de Arabia, estamos hablando del leopardo de menor tamaño pero, al mismo tiempo, del felino más grande de Arabia. Pueden llegar a medir 1,30 metros y los machos pueden pesar unos 30 kilos mientras que las hembras alcanzan los 20 kilos.
El leopardo de Arabia se encuentra distribuido por las montañas de Yemen y la reserva natural Jabal Samhan, al sur de Omán, aunque también es posible encontrarlo en el desierto de Negev, en Israel. En este último lugar, apenas quedan unos veinte ejemplares. Es decir, que su hábitat está, básicamente, en las montañas de Arabia Saudí. De ahí su nombre.
Como decimos, existen unos 250 ejemplares en todo el mundo, distribuidos en esas tres subpoblaciones, que están separadas entre ellas, lo que dificulta aún más la reproducción de la especie. Son muy solitarios que pasan la mayor parte del tiempo en las montañas, desde donde pueden vigilar su territorio y donde pueden encontrar su alimento.
Son animales que se mantienen activos durante la noche. Cazan al amanecer y al anochecer y durante el día se mantienen en zonas sombrías para refugiarse del calor y para vigilar a su alrededor, lo que le permite defender su territorio. A menudo, se producen luchas por el territorio entre los machos pero, curiosamente, cada macho sí es capaz de compartir su espacio con varias hembras.
Los solitarios leopardos árabes se juntan para la época de reproducción, que dura apenas unos cinco días al año. Es el momento en el que las hembras son fértiles.
Después, éstas tienen una gestación de entre 97 y 100 días y apenas suelen parir entre uno o dos cachorros, lo que hace todavía más complicado luchar contra la extinción de esta especie.
Los cachorros son amamantados por las madres durante, aproximadamente, los tres primeros meses. A partir de entonces, comen los alimentos que las madres cazan para ellos, pues madres e hijos no se separan durante los dos primeros años de los cachorros. Una vez aprenden a vivir por su cuenta, ya están preparados para su vida en solitario.
La principal medida de conservación de esta especie en extremo peligro de extinción es la caza para poder criarlos en cautiverio hasta que se reproducen. Se hace de manera controlada para después reintegrarlos en su hábitat natural.
Uno de los lugares en los que se lleva a cabo esta técnica de cría en cautiverio es en el Centro de Investigación de Vida Salvaje de Taif (al suroeste de Arabia Saudí). Antes, ya se empezó a hacer algo igual en el Centro de Cría de Mamíferos Omaní en Mascate.
Además, también se ha declarado su territorio como reserva natural para poder proteger su entorno de cazadores, agricultores, constructores, etc.
Sin embargo, a pesar de todos los intentos por conservar esta especie de leopardo, es un animal sumamente vulnerable que podría extinguirse en apenas unos años sin la concienciación de todos.