Las temperaturas no paran de subir y subir y seguramente no sepas ya qué hacer para estar fresco en casa. Normalmente las opciones que se nos vienen a la mente son utilizar el aire acondicionado o comprarnos un ventilador.
Seguro que ya lo sabes, pero estos no son los únicos métodos para no vivir en una sauna durante los meses de verano. Además de las estrategias para bajar la temperatura de forma natural, existe el suelo radiante refrescante.
Sí, has leído bien, "refrescante". Y es que, lo más común cuando leemos lo de "suelo radiante" es que pensemos en la calefacción de invierno. Para despejar tus dudas, a continuación te explicamos qué es y cuáles son sus beneficios en verano.
Cuando hablamos de suelo radiante refrescante estamos refiriéndonos a la variante del que tenemos asociado a la calefacción de invierno. Esta es una de las mejores formas de climatización para el verano. Mantiene el suelo fresco y evita que acumule el calor del día.
Este fenómeno es muy común por ejemplo en el asfalto. Durante el día los rayos del sol inciden directamente sobre él haciendo que se caliente y durante la noche desprenda el calor acumulado.
La climatización radiante, independientemente de verano o invierno, se asocia a ventajas como la eficiencia, la facilidad de las energías renovables o la reducción de potencia necesaria para lograr los mismos resultados.
El funcionamiento de este sistema es el mismo que el del invierno (o sea, la calefacción). Los equipos de suelo radiante hacen circular agua por las tuberías instaladas bajo el suelo de tu casa.
La diferencia, como puedes suponer, se basa en si el agua está caliente o está fria. Si es invierno y necesites subir la temperatura de tu casa, se usará la caliente. En cambio, en verano solo queremos frescor y por eso circula agua fría por las tuberías.
De esta forma, el suelo siempre está más frío que la temperatura ambiente del espacio. Esto hace que se expulse el aire caliente hacia arriba y suba hacia el techo climatizando la habitación.
Este tipo de instalaciones bajo suelo son compatibles a la perfección con los diferentes tipos de materiales aislantes. No importa si en tu casa el suelo es de parqué, cerámica, mármol o de cualquier otro tipo.
Como consejo no se recomienda instalar si el material del suelo tiene un nivel de aislamiento alto. ¿Por qué? Sencillo: el suelo radiante está en el hormigón de la planta, y si la capa que hay por encima no deja pasar el calor o el frío, no cumplirá su función.
Para que un suelo radiante funcione en modo de calefacción necesitas equipos o calderas que utilicen combustibles relacionados con el petróleo o la biomasa. Sin embargo, para refrescar el suelo tienes que instalar bombas de calor o algún sistema similar.
Nuestra recomendación es que, si quieres tener las dos funciones en tu casa, instales una de estas bombas de calor. Te servirá en ambos casos porque también producen agua caliente. De esta forma tendrás sistemas para regular temperatura todo el año.
A nadie le gusta la condensación sobre el suelo o pisar el el parqué. Por eso, ten en cuenta que lo mejor es instalar equipos de tratamiento del aire. Cualquier deshumidificador extraerá el exceso y evitará que se condense el suelo al enfriarse.
El funcionamiento del suelo radiante frío es algo más complicado y delicado que el de invierno. La humedad puede ocasionar problemas. Por eso el "cerebro" del aparato tiene que controlar el estado de todo el sistema de enfriamiento.
Instala sensores en los lugares delicados y te ahorrarás muchos problemas. Piensa que en caso de avería la solución sería mucho menos intuitiva que con cualquier otra tecnología de refrigeración.
Las tuberías de los sistemas de enfriamiento suelen tener un diámetro menor. Esto se debe a que es necesario menos caudal de agua para conseguir el efecto. Además eso hará que los procesos de fabricación sean más económicos.
Como consejo, si quieres que el sistema te sirva tanto para verano como invierno, debes instalar los que tienen mayor medida y son aptos para agua caliente.
Una novedad (aunque no está disponible para todos) es la implementación de estos sistemas en las paredes y techos. Algunos fabricantes lo aconsejan porque, como sabemos, el aire frío baja y el caliente sube.
Por tanto, si tuviéramos el techo fresco, el ambiente se enfriaría de forma natural al descender poco a poco el aire que está a menos temperatura. Por eso lo más recomendable en el caso del suelo radiante refrescante es instalarlo en paredes y techos.
Como te indicamos más arriba, el suelo radiante refrescante tiene gran cantidad de ventajas y beneficios.
El suelo radiante refrescante necesita menos potencia que otros sistemas para reducir la temperatura del espacio, por eso la bomba consumirá menos energía. La fuente de energía principal que utilizan es la aerotermia.
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