Trucos y Consejos
Estufas híbridas: qué son y cómo ahorrar energía con ellas
Para calentar la casa en invierno hay muchas alternativas tecnológicas que permiten evitar apostar por la calefacción tradicional de toda la vida.
La crisis energética se debe, por una parte, al crecimiento incompleto de las energías renovables. Ante una situación de incertidumbre, muchos están optando por métodos distintos para, por ejemplo, calentar el hogar.
La realidad es que, en invierno, hay que encender los calefactores, especialmente en las casas con menos aislamiento. Con el aumento de los precios por la escasez, los consumidores que no tengan una tarifa fija verán mayores costes en sus facturas.
De esta forma, la transición verde se está viendo apoyada por más comunidades. Aunque 2021 haya sido un mal año para la producción eólica, se está aprovechando para promover este tipo de energía, además de la conseguida con paneles solares.
Por otra parte, ante la previsión del aumento de costes, y los intereses ecológicos, muchos han empezado a hacer la transición. Por eso, en este artículo queremos listar una serie de radiadores eléctricos; para que ayudarte a elegir el más eficiente y limpio.
Un radiador es un aparato que transfiere el calor que recibe de los fluidos transportadores de calor. Estos pueden ser de agua, de aceite y eléctricos. Los de aceite realmente son radiadores eléctricos con fluido térmico. Es decir, son un subtipo de los eléctricos.
Los de agua son los conocidos como radiadores de gas, que se ocupa de calentar el agua que pasa por el radiador en sí. Suelen ser los más económicos y, por tanto, los más usados.
Por otra parte, los radiadores eléctricos solo necesitan ser conectados a la corriente para hacer que funcionen. En el caso de los que contienen fluido térmico (como el aceite), el calor sea más potente.
Otros tipos de radiadores eléctricos son los de bajo consumo, que emplean un fluido térmico específico que permite mantener el calor en él durante más tiempo que el agua.
Los de tecnología seca, al contrario que los anteriores, no tienen fluido térmico. Dependiendo del material del que estén hechos, durarán más (cerámica o mármol) o menos (chapa, aluminio o mica) tiempo en enfriarse.
Los que funcionan por infrarrojos calientan los cuerpos que se encuentran cerca, no el aire. De esta forma, no circula el aire constantemente y no la reseca. Los acumuladores, por su parte, almacenan el calor producido por la noche, por ejemplo, para ahorrar energía.
Los radiadores eléctricos de baja temperatura no superan los 45º o 60º. Se utilizan específicamente en lugares como guarderías o residencias de mayores.
Los radiadores eléctricos son los más interesantes. Esto es, por una parte, por el fácil mantenimiento y el impacto medioambiental que tienen. Por otra parte, son muy eficientes, pues obtienen la energía directamente de la red eléctrica, de tal forma que tardan menos en calentarse.
Asimismo, la instalación es muy sencilla y económica, permitiendo que se pueda usar en viviendas que no se utilicen tanto, o en casos en los que no se puede gastar mucho dinero.
Muchos de los que se venden en la actualidad cuentan, además, con modos de funcionamiento que asegura el apagado después de llegar a una temperatura determinada o después de un tiempo concreto.
Asimismo, destaca la capacidad que tienen los acumuladores para almacenar el calor producido por la noche, por ejemplo, puesto que así se ahorra energía.
Antes de realizar la compra de los radiadores eléctricos, hay que saber de antemano cuántos de ellos habrá que comprar para calentar la casa. También es necesario calcular la potencia que estos han de tener.
Este cálculo se realiza por metros cúbicos, puesto que la altura es importante en el caso de calentar una habitación. Para ello, se tiene que medir el ancho, el largo y el alto de la misma y multiplicarlos entre ellos.
El número resultante se multiplica, a su vez, con diferentes valores de cálculo dependiendo de la zona de la casa en la que se vayan a poner:
La solución de estas operaciones aporta las kcal/h necesarias para calefactar la habitación. A continuación, se tiene que dividir este número entre 860, que nos proporcionará los kW/h necesarios.
Por ejemplo, si uno quiere calentar un dormitorio de 20 m3, se realizarían los siguientes cálculos:
20 m3 x 45 = 900 / 860 = 1,05 kW/h
Si se tuviera un radiador de 1000 W, es decir, 1 kW, en principio solo sería necesario uno de ellos para calentar la estancia.
Sin embargo, hay que destacar que hay muchos factores más que influyen. Por eso, siempre es recomendable comentar la decisión y las características de la casa a un instalador de calefacción acreditado, que podrá aconsejar más profesionalmente.
Si has llegado hasta aquí suponemos que es porque estás interesado en hacerte con un radiador eléctrico. Bueno, pues para ahorrarte tiempo y quebraderos de cabeza, hemos seleccionado los que consideramos más interesantes.
Este radiador móvil consume muy poco en relación con lo que calienta con su potencia de 1300 W. Cuenta con una sonda que reacciona ante las bajadas de temperatura para mantener una misma temperatura constante. Consta, asimismo, de tres modos de funcionamiento: económico, confort, y anti-hielo. Su precio ronda los 150 euros.
Con una instalación a la pared muy sencilla, este ejemplar de 1500 W de potencia es perfecto para los espacios de menos de 20 m2. El cronómetro digital con el que cuenta permite elegir entre tres funciones: confort, económico, antihielo y automático. Cuesta en torno a 100 euros.
Este radiador eléctrico de Cecotec se puede fijar a la pared, aunque también es móvil. Consume menos que la mayoría de los modelos, a pesar de tener una potencia de 1800 W. Cuenta asimismo con tres funciones: día, noche, y neverfrost. Además, a pesar de ser uno de los radiadores eléctricos más eficientes, sólo cuesta alrededor de 175 euros.
Se trata de un radiador eléctrico muy eficiente para calentar espacios de tamaño mediano gracias sus 2000 W. Su bajo consumo se debe a los paneles de mica, que permiten calentar muy rápidamente la estancia, además de distribuir eficientemente el calor. Está entre los mejores radiadores eléctricos del mercado, y cuesta tan solo 120 euros.
En definitiva, en los lugares donde no haga demasiado frío, habitaciones más pequeñas o en residencias secundarias, los radiadores eléctricos son los más indicados.
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Para calentar la casa en invierno hay muchas alternativas tecnológicas que permiten evitar apostar por la calefacción tradicional de toda la vida.
Sustituir la leña o el gas por la electricidad puede resultar una opción interesante si buscamos calentarnos este invierno de forma sostenible.
Esta particular tecnología esta cada vez más presente en los hogares españoles por todas las ventajas que ofrece en cuanto a calefacción.
Listamos todas las características principales de las dos alternativas legales para contratar electricidad en el mercado energético.
No dejes que su tamaño te engañe y comienza a mirar lo que consume de cara al impacto en la factura eléctrica de cada mes.
Sustituir el fregado a mano por este electrodoméstico no basta para ahorrar agua y energía en el día a día de nuestra casa.