Electrodomésticos
Tipos de calderas: características y cuál elegir en casa
Si tu caldera tiene más de 15 años, puede que haya llegado el momento de cambiarla y estas son algunas características que debes tener en cuenta.
La calefacción es uno de los pilares de la comodidad en casa. A nadie le gusta pasar frío cuando llega el invierno y por eso se instala este sistema. Sin embargo, hay una gran diferencia entre la caldera convencional y la caldera de condensación.
Hay muchos factores que debes tener en cuenta a la hora de comprar una caldera para tu casa: gasto energético, sostenibilidad, potencia… Al principio puede ser un poco engorroso ponerse a mirar tantas cosas, pero créenos que vale la pena.
El consumo diario de la caldera depende del tamaño, consumo y eficiencia. Aún así, es uno de los mayores gastos que tiene la casa. Si quieres reducir la factura del gas, te recomendamos tenerla muy en cuenta.
Podríamos decir que las calderas convencionales son un equipo que se encarga de calentar un fluido (que suele ser agua) y se distribuye por toda la casa para calentar las habitaciones.
Este tipo de sistemas funciona gracias a los combustibles fósiles y aprovechan los radiadores o el suelo radiante para distribuir el calor por la vivienda. Es uno de los sistemas más tradicionales y usados.
La evolución natural de la caldera convencional es la de condensación. O bien que las calderas de condensación son el upgrade de las convencionales. A fin de cuentas, incorporan una tecnología más moderna que aprovecha mejor la energía.
En este tipo de máquina se aprovecha de una manera mucho más eficiente el calor que se genera durante la condensación. Además está pensado para condensar los vapores de agua que emiten los gases durante la combustión. Es una gran forma de reducir las emisiones y el consumo energético.
Ambas calderas tienen un funcionamiento similar, basado en la combustión para producir energía. Sin embargo, la de condensación aprovecha mejor este proceso.
Gracias a la tecnología que incorpora la caldera de condensación se consigue recuperar todo el calor que desprende el agua y se reutiliza. De esta manera se consigue un gran ahorro en energía.
Ojo, también debes tener en cuenta el coste inicial de la instalación, ya que presenta diferencias. Las convencionales son más baratas, aunque las de condensación sales más a cuenta por el ahorro mes a mes.
Las calderas de condensación consumen mucho menos gas que las tradicionales, por lo que también ayudan al medioambiente al reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Es por eso por lo que una de las principales iniciativas con respecto al cambio climático consiste en cambiar las calderas convencionales y más antiguas por otras de condensación, llegando a reducir hasta en un 70% las emisiones de este tipo.
Otro de los apartados que no suele tenerse en cuenta es el sonido. Muchas veces no nos fijamos en el ruido que hace un electrodoméstico hasta que lo empezamos a usar y nos molesta.
Con respecto a esto, las calderas de condensación resultan bastante más silenciosas que las convencionales. El principal motivo de esto es que su funcionamiento es continuado, así que te vas olvidando del molesto petardeo de arrancada.
Si hablamos del mantenimiento de ambas podríamos dar un empate técnico, ya que más o menos es el mismo. Sin embargo, la de condensación tiene todo lo importante en la parte delantera y es más sencilla de chequear para el técnico.
La instalación de ambos tipos de calderas es igual de complicada. El requisito principal es que se coloque en una parte de la casa en la que tenga fácil acceso a las tuberías de agua.
Sin embargo, hay que destacar que la fabricación de las calderas convencionales quedó prohibida desde 2015. ¿El motivo? Su contaminación es mucho más alta y perjudicial para el planeta.
Si sigues con dudas sobre qué caldera deberías comprar nosotros te recomendamos que te decantes por una de condensación. Al ser una versión más moderna incorpora cambios que te benefician mucho.
En primer lugar, su consumo energético es mucho menor que la tradicional. Por si eso fuera poco, es la más conveniente para el planeta ya que contamina mucho menos el medioambiente.
Si bien el desembolso inicial será un poco mayor, en unos pocos meses empezarás a ahorrar semana tras semana. Vaya, te supondrán una bajada de hasta el 30% de los gastos en tu factura.
En resumen, la caldera de condensación es la opción más económica, estética y sostenible que puedes comprar en este momento. Nosotros no tenemos ninguna duda en que es la que deberías elegir.
En EnergyGO te contamos todos los secretos y trucos para ahorrar en la factura del gas. Si quieres seguir informándote entra en nuestra web o llama al 900 622 700 y nuestros expertos estarán encantados de atenderte.